Ante la consulta de UNO, dos mujeres que se encontraban en la actuación, frente a la finca junto a los uniformados, atendieron con evasivas las requisitorias de la prensa, se negaron a brindar su identidad y sólo se limitaron a señalar que las averiguaciones debían realizarse ante el Juzgado Civil y Comercial Nº 1, a cargo del doctor Coglionese, sin dar mayor información.
«Querían abrirme la puerta a toda costa, trajeron un cerrajero y la señora que, creo que viene del Juzgado pero no se identificó, me dijo que si no podían abrir la puerta la iban a romper. También dijo que tengo que irme y que tengo que darle la casa al que la compró porque estaba usurpando mi casa. Dicen que no puedo moverme de acá porque cuando salga me van a detener por estar usurpando, pero es mi propia casa», explicó.
Bahl explicó que “todo empezó cuando saqué un crédito de 700 pesos del Banco del Suquía en época de Federales. Yo quise pagar, pero el banco se disolvió. El problema tenía solución, pero nadie me quiso asesorar. Mi casa es lo único que tengo. Por sacar 700 pesos me quieren desalojar, pero esto es lo único que tengo. Si me sacan de acá, ¿dónde va a ir mi nieta y mi hija?».
En visible estado de desesperación, el hombre dijo que habita la casa con su hija y su nieta y que “el día que rompan la puerta, si se encuentran con algo desagradable que se hagan cargo”.
“Me quieren sacar como a un perro, y todo por sacar un crédito de 700 pesos en época de Federales. Mi problema tenía solución, pero nadie me atendió. No tengo dónde ir. Quiero que me den alguna solución, pero que no me echen de mi casa como a un perro”, expresó.
Bahl señaló que su abogado, Ricardo Moulogne, iba a presentar un recurso de amparo y que iba a concurrir al lugar, pero mientras duró el operativo el letrado no se hizo presente.
Lo curioso de la situación es que cuando llegaron las cámaras de televisión el operativo se levantó y tanto el personal policial como la presunta funcionaria judicial se retiraron del lugar sin dar explicaciones.