Si bien el Jefe de los Bomberos aseguró que el incendio estaba controlado, el agua llegó en el momento justo. No obstante, las llamas consumieron una buena parte de la vegetación del parque dado que se quemaron 1100 has. de un total de 8500. Es que el domingo y el lunes el fuego avanzaba rápidamente dado la intensidad del viento. Hubo ráfagas de hasta 47 km/h. “Empieza a quemar por arriba, por las copas”, indicó. Además, sostuvo que la única forma de apagarlo era realizando lo que se denomina “cortafuegos”, que implica quemar vegetación en contra de la dirección del fuego para que cuando las llamas lleguen al lugar encuentren todo consumido. Todo ese movimiento implicó quemar aún más hectáreas.
Percunte aseguró que la intervención de los Bomberos finalizó cuando el incendio se apagó y añadió que si hay una investigación sobre el origen de las llamas estará en manos de la administración del parque. En tal sentido, acotó que desde hace una década que no se produce un incendio de semejante magnitud en El Palmar.
Respecto del posible inicio del incendio, señaló que es difícil que una colilla o un vidrio (por acción del sol se transforme en una lupa) e inicie el fuego dado que para eso se requiere que el pasto este reseco por falta de agua y en ésta época aún conserva su verdor. En consecuencia, cobra relevancia la hipótesis de un cazador furtivo que prende fuego para sacar a los animales de sus escondites.
Cerca de 270 personas intervinieron en las tareas. Además de los Bomberos de Colón, intervinieron sus pares de San José, Villa Elisa, San Salvador, General Campos y Arroyo Barú además del avión hidrante de la provincia. En tanto, Gendarmería controló el tránsito en la ruta 14 dado que el humo entorpecía el tráfico en ciertos momentos.
La vegetación del Parque es una de las mayores riquezas naturales de la provincia por la presencia de palmeras (sygrus yatay) más o menos aisladas o formando densas poblaciones. Se calcula que los ejemplares de palmeras yatay más grandes que se observan en el Parque tienen más de 300 años. Son palmeras de crecimiento muy lento, pueden alcanzar hasta 18 metros de altura. Además, a lo largo de los distintos senderos, también se encuentran árboles y arbustos propios de la zona como talas, cina- cina, congorosa, espinos negros, arrayanes del norte, ñandubay, molles y algunos ejemplares de algarrobos y quebrachos blancos.