La dificultad del gobierno para conseguir apoyo legislativo a la Reforma Constitucional comenzó a reavivar la interna dentro del Justicialismo. En efecto, Cremer, esposa del gobernador, comenzó a abrir el paraguas. Aunque señaló que “la reforma constitucional es una discusión que recién comienza y que los legisladores serán responsables de interpretar lo que los entrerrianos votaron en la consulta popular”, dejó abierta otra hipótesis. En rigor, la hipótesis de ser ella misma la candidata a gobernadora. Lo dijo así : soy “la persona que más lo puede llegar a interpretar y la de mayor confianza que pueda tener porque estuve toda la vida a su lado”.
La explicación a tamaño adelanto de lo que suele ser la furiosa interna justicialista es que “cuando la gente dijo sí (a la Reforma), pidió la continuidad por la tranquilidad que le da la actual gestión, porque tiene miedo de volver al abismo en el que cayó Entre Ríos durante los cuatro años de la anterior gestión”.
Morigerando sus dichos, aseguró sentirse “una más del grupo de gente que trabaja en función de un proyecto de gobierno y estaré en el lugar donde me corresponda estar. No sé si integraré una fórmula, si tendré que estarlo o no, esas son cosas que se irán resolviendo a medida que se interprete lo que el entrerriano quiere, porque la mayoría votó por el sí en la consulta popular”.