Se han frenado las inversiones turísticas en Gualeguaychú

Si hay un sector de la economía doméstica al que las papeleras dañarán de pleno, de acuerdo al consenso general, es el turístico. Sucede que el público local ha percibido que el emprendimiento no es compatible con el concepto proyectado por la ciudad; que la radicación de dos plantas de pasta celulósicas allí nomás, en Fray Bentos, a priori altamente contaminantes, se contrapone con la imagen de una Gualeguaychú asociada a la recreación al aire libre, el disfrute de las playas, a la suma de naturaleza y carnaval. El vecino percibió esta conexión y la amenaza que entraña. Y acaso haya sido esto lo que entre otras razones lo llevó a protestar en el puente internacional San Martín. No es para menos si se piensa que el turismo ha sido sin duda el nuevo motor de la economía local, al punto que la ciudad juega en él sus mejores fichas de cara al futuro.
No es casual, entonces, que el fantasma de las papeleras ya esté metiendo ruido en el sector más dinámico de la economía. “Desde hace un año nosotros estamos sintiendo un efecto de retracción, sobre todo en proyectos asociados al turismo”, confió Luis Cappelletti, agente inmobiliario, en declaraciones al diario El Día. “Conocemos inversores que llegaron a Gualeguaychú con el ánimo de hacer un complejo de bungalows, y no lo concretaron por temor a la papelera”, precisó.
El proceso de “repliegue”, dijo, “se acentuó en las últimas semanas”. Explicó que si bien “hay inversores que no hacen caso a esto y siguen adelante con su plan”, otros en cambio frenan sus proyectos.
También la inquietud se ha apoderado de los gualeguaychuenses que tienen propiedades importantes, algunos de los cuales están evaluando venderlas ahora antes de que se deprecien en el futuro.
Héctor Carraza, otro agente inmobiliario, confirmó cierto clima anti inversor en el sector. “Por ahora no es algo fuerte, pero hay una sensación que no ayuda”, comentó. “Y no sólo hay que pensar en el tema turístico, Hay gente que viene a vivir a Gualeguaychú procedente por ejemplo de Buenos Aires, donde se escapa de la inseguridad. Probablemente piensen dos veces antes de radicarse aquí”, sostuvo al explicar su temor de que se interrumpa la corriente inmigratoria a la ciudad. “¿Quién querría pasar una semana de camping al lado del Riachuelo?. Algo parecido, salvando las diferencias, es lo que podría percibir el turista con respecto a Gualeguaychú”, razonó por su parte Cappelletti, al hacer un pronóstico pesimista del impacto de las papeleras.

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