Como se recordará, las negociaciones abiertas el 22 de abril permitirían reestablecer las rutas Paraná-Buenos Aires, con tres frecuencias semanales, y Concordia-Buenos Aires, con una. Las conversaciones estaban avanzadas los primeros días de junio, cuando las autoridades provinciales pronosticaban que en cuestión de horas se cerraría el trato: por un proceso de condonación y compensación de deudas, la empresa se haría cargo de la explotación de las rutas, pondría a disposición los aviones –tres Jet Stream, en principio, y luego dos aviones ATR–, y contrataría el personal.
“Las tratativas van marchando, aunque no con los ritmos que uno pretende para que LAER vuelva a volar”, dijo ayer el interventor en la aerolínea entrerriana, Juan José Canosa. Luego aseguró que la principal preocupación del gobierno es “cerrar los caminos para que la Provincia no tenga ningún tipo de riesgo”.
En ese sentido, el Estado busca una garantía para que se cumpla estrictamente el contrato que finalmente se firme, para lo cual propone la posibilidad de quedarse con el 51% de las acciones de Aerolíneas Regionales Argentinas, la sociedad anónima que se haría cargo de las operaciones, en caso de que se corrobore un incumplimiento. “Eso es lo que ellos están analizando ahora, además de otros puntos de la negociación que son más privados”, dijo Canosa.
“La garantía de cumplimiento de contrato no estaba estipulada en los primeros modelos de convenio. Lo último que pedimos es la posibilidad de que el 51 % de las acciones de la sociedad anónima sean de la Provincia en caso de incumplimiento, ya que nosotros cedemos parte de nuestras rutas, los talleres, y queremos asegurar las operaciones”, reafirmó el interventor.
Sobre este aspecto se dialogó el viernes, cuando estuvieron en Paraná Pedro Martínez y un asesor legal. Martínez es presidente de Aerolink, que a su vez representa a la British en Argentina, aunque el acuerdo se haría con otra sociedad anónima: Regionales Argentinas.
“Vamos siguiendo los pasos necesarios para resolver el tema en forma definitiva. Hay que hacer ajustes para garantizar que la Provincia no tenga responsabilidad contractual”, dijo el funcionario. Agregó que existen “puntos de vista distintos, como siempre que un particular negocia con una empresa del Estado”.
Pese a las demoras, Canosa consideró que “el acuerdo está básicamente cerrado” y sólo “se dificulta trasladar eso al papel: formalizar el acuerdo”. Por eso dijo preferir que pase “un poco más de tiempo y que las cosas salgan bien”.
La semana que viene continuarán las reuniones y podría llegarse a un acuerdo definitivo. El miércoles puede ser un día clave, ya que el directorio de la sociedad anónima analizará en asamblea las exigencias del Estado entrerriano.
Luego, desde la eventual firma del contrato, pasarían otros 90 días hasta que LAER vuelva a volar.
