En ese sentido, Virué se reunió el 31 de mayo en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto con el director general de Asuntos Consulares, Rubén Buira, y la directora de Argentinos en el Exterior, Silvina Montenegro, con quienes coordinó nuevas acciones para continuar con la búsqueda de elementos que permitan dar con algún rastro del joven paranaense del que este sábado se cumplen cinco años de su desaparición.
Pablo Babboni fue visto por última vez el 16 de junio de 2007 en la ciudad italiana de Pietrasanta y la causa que llevó a cabo la justicia de ese país no arrojó resultados positivos, por lo que desde la familia se busca poder aportar nuevos elementos probatorios para lograr su reapertura.
En marzo de este año, Virué mantuvo un encuentro con el hermano de la víctima, Luis Babboni, en el cual se comprometió a arbitrar los medios a su disposición para lograr gestiones efectivas ante los diferentes organismos.
En rigor, se emitió desde Cancillería, a su vez, una comunicación oficial a todos los consulados de nuestro país en el mundo para averiguar si el ciudadano ítalo-argentino Pablo Babboni realizó algún trámite consular, requiriéndose a la vez a Migraciones de la República Italiana con el objetivo de saber si registró en los últimos años su ingreso o egreso.
Además, desde la Subsecretaria de Derechos Humanos de Entre Ríos también se mantienen instancias de reunión para seguir el tema de cerca y acompañar a la familia en todo lo que sea posible.
Pablo Babboni nació en Paraná en 1972. Estudió en la Escuela del Centenario y en la Normal, jugó al tenis en el Club Urquiza y al rugby en Tilcara. Residió en la capital entrerriana hasta 1990, año en el cual se fue a estudiar a Córdoba, primero arquitectura y luego Bellas Artes. Se hizo escultor y desde 1997 vivía en Italia, teniendo también la ciudadanía de este país, adonde se había ido a desarrollar su profesión. Era soltero y alquilaba una pieza en una casa en Pietrasanta, en plena región del trabajo en mármol de Carrara. Solía viajar al exterior por su trabajo y cada tanto venía a la Argentina de vacaciones, donde mantenía fluido contacto tanto con su familia como con sus amigos.