La primera reunión contó con la presencia del director general de Producción Vegetal de la Provincia, ingeniero Carlos Noé; el presidente de la Cámara Argentina de Productores de Arándanos y otros Berries (CAPAB), Alejandro Casado de Achaval; el presidente de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA), Juan Andrés Scordia; su vicepresidente, Carlos Monticelli; la licenciada Griselda Burquet de INTI Concepción del Uruguay; el licenciado Exequiel León de INTI Concordia; el coordinador del Polo Tecnológico Salto Grande, Federico Sigot; la secretaria de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias de la Alimentación de la UNER, Gabriela Tamaño; y el responsable de la Delegación Concordia de la Secretaría de la Producción de la Provincia de Entre Ríos, Carlos Manuel Raya.
“La reunión tuvo como objetivo principal constituir la Mesa de Arándanos de la Región de Salto Grande, con el común acuerdo de las instituciones participantes, que ahora conforman el grupo fundador”, comentó Giano.
El objetivo es tratar de esbozar una descripción de la situación del sector, sus potencialidades y dificultades, de manera tal de utilizar la Mesa como ámbito de consenso y diálogo entre el sector publico y el privado, a los fines de lograr un crecimiento favorecedor de la actividad dentro de la Estrategia de Desarrollo de la Región de Salto Grande.
Contexto internacional
Por su parte, el presidente de CAPAB, Alejandro Casado de Achaval, ubicó el marco en el que se desarrolla la actividad a nivel nacional e internacional. “Argentina es uno de los 3 países productores del Cono Sur, junto con Chile –que tiene mayor tiempo de desempeño en la actividad– y Uruguay, que recién comienza a desarrollarla. Realmente existen grandes perspectivas de crecimiento y desarrollo del cultivo”, aseguró el dirigente, quien a renglón seguido indicó que “Concordia es hoy el principal polo productivo de arándanos del país, superando a las localidades de las provincias de Tucumán y Buenos Aires donde también se cultivan”.
En tanto, el productor concordiense Juan Andrés Scordia, presidente de APAMA, señaló que “es necesario brindar un panorama real y objetivo respecto del cultivo, puesto que la sociedad civil no cuenta con la información necesaria para valorar realmente la importancia de esta actividad económica en la Región”.
En ese sentido, los distintos actores de la Mesa de Arándanos plantearon la necesidad de contar con un aporte del sector privado para lograr un fuerte intercambio con la comunidad académica, de manera de reconocer la problemática a enfrentar e iniciar así todas las investigaciones que puedan afrontarse a los fines de adaptarse continuamente tanto a los cambios de tecnologías como a los de los mercados.
Potencialidades y limitaciones
“Todos los integrantes de esta flamante Mesa reconocemos que el arándano es un cultivo muy nuevo, con mucho a desarrollar y a adaptar. En función de ello, y teniendo en cuenta que más del 90% de los huertos son de propietarios que no viven en la Región, se planteó la necesidad de convencerlos de que la inversión que han hecho es productiva, pero que también se admiten sus riesgos; por lo cual tenemos la intensión de acompañarlos en este proceso de adaptación, pugnando por mejorar entre otras cosas la logística y la poscosecha”, manifestó Giano.
En tanto, Casado de Achaval alertó que “es de interés tener en cuenta que no toda la producción que se estima habrá en los próximos años podrá ser comercializada en fresco puesto no van a ser suficientes las vías de salida del país; más aún, hoy en día los puertos están limitados y hay limitaciones también en los embarques disponibles”, informó.
En razón de lo anterior, las asociaciones de productores de arándanos se encuentran trabajando para sacar la producción por Chile.
Capacitación e investigación
La rápida evolución de la producción arandanera no tiene un correlato con las posibilidades de crecimiento de la logística. “Es necesario capacitar personal ya que se estima para este año una producción de 5 a 6 millones de kilos, lo cual demandará disponer de 8.000 personas para la cosecha, más toda la logística para movilizarlas y también para trasladar la fruta”, graficó Casado de Achaval.
Una de las primeras acciones que estaría en vías de concretar la Mesa de Arándanos es la firma de un convenio con la Universidad de Tucumán para realizar una investigación respecto de enfermedades en arándanos de la Región. Los representantes de las instituciones que nuclean a productores ponderaron la buena experiencia obtenida en Tucumán “gracias al trabajo conjunto productores-universidad”.
Quedó planteada también –como inquietud del sector privado– la posibilidad de determinar variedades adaptables y aspectos inherentes a la industrialización de la fruta, para lo cual se propuso realizar un estudio de mercado.
Por su parte, la Facultad de Ciencias de la Alimentación recordó que se encuentran a disposición proyectos de eslabonamiento productivo de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (SeCyT), para la cual el de arándanos es uno de los tres sectores a los que destinará 200.000 pesos este año. “La Mesa podría presentar un proyecto con diferentes nodos que respondan a la mayor parte de la problemática del sector en nuestra Región”, expresó por último, y a modo de propuesta, Gabriela Tamaño.