La fundación fue en el Paso Jordán, a la vera del arroyo Don Gonzalo, zona de Alcaraz, departamento La Paz, Entre Ríos, siendo este el campo de batalla donde se enfrentaron en 1973 las tropas Federales de Ricardo López Jordán contra el ejército unitario de Mitre y Sarmiento.
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Consideramos que, la deserción de Carlos Menem a participar de la segunda vuelta electoral, profundizó la nueva etapa política abierta a partir del 20 de diciembre de 2.001.
Esta profundización significó el más duro golpe a la derecha neoliberal que gobernó la etapa abierta por el último golpe militar.
Menem, a diferencia de los dictadores y de De La Rúa, significó la inédita e imposible alianza de sectores populares, empobrecidos y maltratados, con los intereses financieros extranjeros, las compañías privatizadas en monopolios y representantes de las más oscura derecha de este país.
El fin evidente del menemismo y la etapa que él mejor que nadie representó en la revolución conservadora, es un avance para el campo nacional y popular.
Desde una mirada de izquierda, tal como nos reconocemos, entendemos que la asunción de Kirchner abre un nuevo escenario.
Es evidente que, al interior de las perspectivas de izquierda, se difiere en la apreciiación de un gobierno con un amplio abanico de alianzas, que van desde Eduardo Duhalde hasta Luis Duhalde, es decir: desde el peronismo ortodoxo que representa algunos empresarios de la industria y un sector de obreros, hasta un fiel exponente del peronismo que en los años setenta se planteó un acercamiento estratégico con la nueva izquierda latinoamericana. Consideramos que este amplio abanico de alianzas explican las contradicciones de este gobierno. Y por esto es que nos reunimos, para conformar un espacio capaz de discutir, enriquecer y profundizar en la provincia de Entre Ríos las ideas emergentes y debates pendientes que atraviesan los sectores políticos y sociales progresistas.
Nos sentimos parte de la llamada transversalidad, en tanto esto signifique nombrar a la izquierda nacional que entiende que un horizonte estratégico debe contener a lo mejor del peronismo, a la identidad obrera de este país, a la tradición de movimiento nacional y popular. No por esto renegamos de nuestro origen, nuestra pertenencia.
Sabemos que, rudimentario y primitivo, hay un argumento de oportunistas que estarían en los mismos cargos públicos, haciendo lo mismo y sin sonrojarse, de ser Menem el Presidente de este país. Perder el tiempo en discusiones estériles no es nuestro propósito. Es muy cierto, según dicen los personajes más rancios del poder, que cuando este gobierno tenga que hacer cosas desagradables, nosotros vamos a dejar de apoyar. Porque no creemos, nunca creímos, que los gobiernos “deban hacer cosas desagradables”, no esperamos ansiosos la debacle de este país, ni la derechización del gobierno, o peor aún, de la sociedad. No nos da lo mismo cualquier cosa. Apoyamos a Kirchner porque sacó conspiradores del ejército, porque renovó la Corte Suprema impulsando a Argibay y Zafaroni, porque duplicó el salario mínimo, porque se plantó con dignidad ante el fondo monetario, porque no condenó a Cuba en la ONU, porque creó una petrolera estatal y latinoamericana, porque impulsó la anulación de las leyes de punto final y obediencia debida, porque se niega a reprimir legítimas manifestaciones populares, porque en actos oficiales se canta el Himno de Charly García, porque le marcó la cancha a la policía, porque se aumentó el presupuesto de educación y asistencia social, porque bajó la pobreza y el desempleo, porque mirando el mundo desde el sur se dijo hijo de las madres y abuelas de plaza de mayo.
Nosotros estábamos de acuerdo con esas medidas, las proponíamos, las esperábamos, luchamos por muchos años buscando esto. Por supuesto que consideramos escandalosa la actual distribución de la riqueza, los niveles de pobreza y de desempleo.
Sabemos que falta mucho y queremos ser parte de ese camino por recorrer.
En un mundo imperial, después de que desde la izquierda ante la falta de horizontes se dijeran disparates con respecto al imperio y al estado, entendemos más que nunca que debemos recuperar el estado como instrumento eficaz para una sociedad equitativa, democrática y plural, pero la delimitación que marca el actual reparto del mundo nos señala que sólo desde una perspectiva regional es posible una salida popular. Detrás del sueño de la Patria Grande de San Martín, Artigas y Bolívar nos ubicamos, entusiasmados por la oportunidad histórica que significa Húgo Chávez en Venezuela, Fidel en Cuba, el Frente Amplio en Uruguay, Torrijos en Panamá y Lula en Brasil.
Queremos humildemente discutir con la izquierda entrerriana la oportunidad única de entender, estudiar y participar activamente del proyecto Latinoamericano, dónde Kirchner tiene un lugar de referencia.
Es en esta mirada abierta donde nos ubicamos, sin perder ni querer perder capacidad crítica, pero sin caer en el izquierdismo gorila de ocasión en pos de un purismo impotente. Sabemos que este Gobierno tiene contradicciones, creemos que el resultado en esa disputa es positivo, y creemos que aportar a esa disputa (que es, sí, de poder, pero también ideológica) puede contribuir a la profundización del proceso. Sabemos también del riesgo que implica y lo asumimos. Nunca nos podríamos perdonar que la duda nos inmovilice, al contrario, la duda tiene que ser parte de los motivos por los cuales nos decidamos a participar activamente.