Schvartzman criticó la ausencia de planes de viviendas para garantizar un derecho universal

El candidato a diputado nacional por la fuerza que postula a Hermes Binner como presidente hizo referencia a las propuestas que llevan con el objeto de garantizar el acceso de la población a la vivienda. «Hoy es un lujo, debe ser un derecho», aseveró. Dijo que los planes deben tener reaseguros contra la discrecionalidad y aseguró que «los recursos están, falta la voluntad política y social de realizarlo».
El periodista y docente que encabeza la lista de diputados aseguró que «la planificación urbana y rural, el ordenamiento territorial y las políticas de hábitat son algunas de las herramientas a disposición de los gobiernos para combatir esta flagrante desigualdad. Hay que profundizar un proyecto social de uso más equitativo del suelo, con la participación de todos los actores sociales, y en especial los que están específicamente ligados a la cuestión».
El candidato socialista refrescó datos muy ilustrativos: «Se estima que 3,5 millones de familias argentinas tienen problemas de vivienda. De ellos 1,2 millones carece de vivienda y el resto no cumple los estándares mínimos para una vida digna. En infraestructura un 36 por ciento no cuenta con redes cloacales, el 20 por ciento no tiene acceso al gas por redes, 21 por ciento de esas viviendas se encuentran sobre calles de tierra y 27 por ciento se asientan en zonas inundables».
«Los planes que ha impulsado el Gobierno a través del Banco Nación son claramente excluyentes para la mayoría de los trabajadores argentinos, que de ningún modo poseen los casi 10.000 pesos de ingresos que se les piden para otorgarles créditos. La prueba es el fracaso de esos planes, la ínfima cantidad de personas que acceden a viviendas por esa vía: apenas 7.000 créditos otorgados, ante más de 3 millones de familias que esperan un plan inclusivo», agregó el socialista uruguayense.
Finalmente añadió que «si en lugar de plantearse achicar el déficit habitacional avanzamos hacia el precepto constitucional por el cual cada habitante tiene derecho a una vivienda digna, el abordaje debe ser integral, y para eso se requiere una multiplicidad de planes, de manera que se requiere de un cambio desde el Estado y de la sociedad en su conjunto. El Estado debe dejar de ver la construcción de viviendas como un gasto o peor , para convertirse en una política en constante expansión en donde se entienda que al invertir en viviendas se invierte indirectamente en salud, seguridad y un futuro mejor no sólo para quienes reciben el beneficio sino para toda la sociedad».

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