
Schmid sigue con su estrategia de negar las acusaciones que hizo sobre la persona y la familia del periodista Claudio Gastaldi, y contra los trabajadores de la emisora propiedad del municipio de Concordia. Pero la verborragia de Schmid lo llevó a reconocer que existieron los comentarios que luego se borraron de la página que él modera. En un programa de radio el “opinante de redes sociales” dijo que su denunciante “se enojó por los comentarios de un posteo”.
En palabras textuales, Schmid dice: “El ex concejal Eduardo Miranda hizo un estudio muy pormenorizado del manejo de fondos en el ente Radio Pública. Entonces como al señor director del ente de la radio pública no le gustó lo que se decía empezó entonces a difamarnos a través del micrófono (Todas esas grabaciones están, constan en el expediente). Y no le gustaron los comentarios. Entonces, bueno hizo un collage, pegó de allá y de acá, fue a un escribano”
Es decir, Schmid reconoce que los comentarios, que hoy no se pueden hallar en la página de ASEC, sí existieron y fueron el motivo de la demanda iniciada por el periodista Claudio Gastaldi.
Tal como lo hizo en las audiencias del juicio, Guillermo “Desconozco” Schmid, sigue negando en público lo que escribió y se ocupó de borrar luego en la página de Facebook que modera. Pero ahora también miente sobre el material probatorio presentado por la parte acusadora, se escuda detrás de un ex concejal fallecido e involucra a un escribano público en una supuesta certificación trucha de un material probatorio aportado para el juicio.
Según este “influencer autóctono” la Justicia desestimó las pruebas por considerarlas falsas, cuando en realidad su estrategia de defensa fue borrar y desconocer todo lo publicado.
Schmid maneja la teoría de que – a no ser que se lo haya reconocido en privado y de manera personal el propio juez de la causa, Gabriel Belén, quien todavía no se expidió al respecto- la Justicia no tomó como prueba suficiente las capturas de pantalla.
Otro material probatorio que podría haber sido inapelable para la causa se hubiera obtenido si el juez Belén daba lugar a que se enviara una petición especial a las autoridades de la red social Facebook para demostrar que el agravio existió, se publicó y el autor fue la persona denunciada, pero dió lugar a la objeción de la defensa de Schmid sobre que el período para presentar las pruebas ya había pasado.
En otro tramo de la nota Guillermo Schmid expresó: “ El posteo original era de Eduardo Miranda, un ex concejal que falleció. La causa fue así, está todo en los expedientes: Este denunciante sacó unas impresiones de una supuestas capturas de pantalla, hizo un armado de comentarios, los pegó y fue a un escribano que le certifique eso como prueba. Es una persecución para lograr la autocensura, creo yo. De la misma forma como yo no tengo oportunidad de ir a apagarles el micrófono en la radio, nadie debería tener oportunidad de ir a sacarle a la gente su oportunidad de expresarse en un foro.”
En realidad la demanda no apunta a coartar la libertad de expresión de nadie sino a evitar que proliferen las fake news, las acusaciones y difamaciones sin prueba ni asidero. Lo que Schmid parece “confundir” es la libertad de expresión con actos de irresponsabilidad y mala fe.
Es decir, que vuelve a mentir cuando califica de falsas a las pruebas presentadas, se victimiza, se esconde detrás de un muerto que no puede hablar e involucra con sus dichos la honorabilidad de un escribano público en una supuesta falsificación ideológica del material de prueba presentado por la parte acusadora.
Tirar la piedra y esconder la mano
En la audiencia judicial del 9 de marzo pasado,que fue dada a conocer al público, en el marco del juicio por Daños y Perjuicios que el director de Radio Ciudadana, Claudio Gastaldi, inició contra el administrador del portal de Facebook ‘ASEC’ por expresiones agraviantes y difamatorias, Guillermo Schmid lo único que hizo, ante las lecturas de las publicaciones que borró y las preguntas de los funcionarios de la Justicia, fue responder sistemáticamente “Desconozco”.
Decía Schmid, en 2018, a través de la página ASEC, que la radio, además del conocido y único presupuesto ($ 150.000 mensuales en ese entonces) “gastaba entre 4 y 5 millones de pesos”. Tiempo después ya le pareció poco y dijo que “la radio gastaba entre 6 y 7 millones de pesos”. Afirmó también que toda la familia del director trabajaba en la radio y este no era periodista (a pesar de lo público y notorio), sino operador político de Cresto.
La información falaz publicada en ASEC dio lugar a los peores comentarios de Schmid y sus seguidores, pero cuando tuvo que responder por tales dichos frente a los tribunales, borró todo para impedir que la justicia avance en la causa y evitar tener que demostrar las falsedades publicadas.
No es la primera vez que Schmid retrocede sobre sus propios pasos
Conocido fue el episodio contra el Consejo de Administración, Delegados y Empleados de la Cooperativa Eléctrica de Concordia quienes fueron calumniados e injuriados injustamente. A raíz de sus dichos se iniciaron acciones legales para reclamar daños y perjuicios a Schmid quien ante la falta de veracidad y pruebas sobre lo que dijo no tuvo más remedio que retractarse.
Su trayectoria como denunciador y odiador serial se caracterizan por un hecho peor que el otro, indemostrable todo lo que publica, barbaridades incomprobables y, por tanto, expuesto a reclamos judiciales.