El senador uruguayense dijo en el recinto del Senado que su propuesta intenta habilitar la exportación pero aclarando que «no se podrá exportar a ninguna empresa que afecte al suelo entrerriano o a los habitantes de la provincia», y poniendo a salvo precisamente la cuestión de Botnia. Y, textualmente Schepens ofertó, de acuerdo al proyecto al que accedió RecintoNet, que los nuevos artículos digan: «Declárase que la venta y/o salida de rollizos (Madera sin procesos industriales proveniente de bosques implantados) y chips (Madera fraccionada para facilitar y abaratar el transporte) destinada a la exportación como materia prima para empresas fabricantes de pasta celulósica que generan residuos contaminantes que afecten a los habitantes del territorio entrerriano, lesiona los derechos consagrados en los artículos 41º de la Constitución Nacional y 5º de la Constitución Provincial».
En lo referente a la madera proveniente de plantaciones o forestaciones ubicadas en el territorio provincial Schepens propone que «no podrá salir de la jurisdicción con destino a plantas industriales que afecten el medio ambiente entrerriano. A efectos de posibilitar que se le agregue valor a la madera en la Provincia se procurará incentivare la radicación de nuevas industrias, así como el apoyo a la modernización de las existente».
En los fundamentos del legislador justicialista del Departamento Uruguay puntualizó que su pedido está motivado en que la norma tal como está «obstruye la actividad maderera, afectando abiertamente entre otras cosas, la posibilidad de exportación de madera en rollizos con destinos fuera de la jurisdicción de la provincia de Entre Ríos» y advierte que «los diferentes puertos de provincia se ven seriamente afectados en su operatoria en relación a giros de buques con cargamento de madera en rollizos hacia distintos puntos del mundo, mercadería que a su vez cuenta con el suficiente respaldo de documentación aduanera que certifica su destino final. Esta situación genera un perjuicio grave y evidente a la actividad forestal, contraponiéndose a la libertad de ejercer el comercio y la industria».
El senador pone el acento en que la ley intenta evitar la contaminación y respecto al tema puntual de la exportación de madera propone que se tome como documento suficiente el despacho aduanero que certifique fehacientemente su destino final, y que además el embarque no afecte el medioambiente de la jurisdicción de la provincia de Entre Ríos. Schepens no obvió un punto que fue, precisamente, donde se apoyaron los detractores de la Ley de la Madera: El derecho constitucional, consagrado por la carta nacional, para exportar y comerciar productos de la provincia.