La operación se efectuó mientras el Congreso se prepara para votar una ley que limita la cantidad de tierras que pueden adquirir ciudadanos y capitales extranjeros, según publicó el diario La Nación.
La firma dijo que el acuerdo se corresponde con la política del Reino Saudí de «garantizar el abastecimiento y la conservación de recursos locales» y que le permitirá asegurarse de tener acceso a alimento de alta calidad.
Las hectáreas adquiridas por los inversores sauditas están ubicadas en General Villegas (Buenos Aires) y Villaguay (Entre Ríos)
A pesar de su clima abrasador en el desierto, Arabia Saudí ha producido durante décadas millones de toneladas de trigo de cosechas propias, con la ayuda de subsidios agrícolas generosos. El país trata ahora de reducir la producción nacional debido a preocupaciones sobre la disminución de los suministros de agua.
Almarai es una de las compañías de alimentos más grandes de Oriente Medio. Además de leche, yogur y queso, fabrica jugos y productos de panadería y avícolas.
Fondomonte opera tres zonas agrícolas dedicadas a la producción de maíz y soja, de acuerdo con Almarai. El portal de la empresa argentina dice que también cultiva cebada, arroz y sorgo.
Almarai dijo que planea utilizar las cosechas para alimentar pollos y ganado. Espera concretar el acuerdo con efectivo y préstamos basados en principios islámicos, que por lo general prohíben el pago de intereses.
A medida que sus poblaciones crecen, los países del Golfo Arábigo ricos en petróleo han mostrado un interés creciente en los últimos años en comprar tierras y otros bienes agrícolas en el extranjero para asegurar un suministro fiable de alimentos.
Los inversores emiratíes han comprado tierras en Pakistán, mientras que el grupo Binladin de Arabia Saudí ha tratado de desarrollar campos de arroz en Indonesia. El fondo soberano de Qatar creó en 2008 la empresa Hassad Food específicamente para administrar inversiones agrícolas en otros países.