“Tengo 47 capturas fotográficas de rostros en los que solo pudimos identificar a una persona” explicó el fiscal Fabio Zabaleta tras detallar que las imágenes de las cámaras de seguridad no tenían la calidad que se esperaba, y que si bien se puede ver todo el saqueo es muy difícil identificar los rostros de los autores.
El dato es que sin esa evidencia, las cerca de 100 personas que fueron identificados durante los allanamientos por tener en su domicilio elementos robados, (fundamentalmente electrodomésticos) no podrían ser imputadas por robo calificado sino que serían acusadas por receptación sospechosa, debido a que no se puede certificar que hayan sido quienes las sustrajeron. El delito en cuestión es significativamente menor en términos punitivos que el delito de robo, al punto que las penas previstas para el mismo son de cumplimiento en libertad condicional y posiblemente se diluyan en salidas tempranas como la suspensión de juicio a prueba (Probation) una medida por la cual el imputado se evita las cargas judiciales, a cambio de cumplir tareas comunitarias por el mismo tiempo de la pena.
No obstante, Zabaleta aclaró que hay 16 casos con imputación firme, y varios más que podrían resolverse por Juicio abreviado (con confesión de los acusados por una pena consensuada) y otros que llegarán a juicio oral y público.
