La orden fue dada en cumplimiento de un protocolo de seguridad suscrito el pasado fin de semana con la Cruz Roja, que encabezará la comisión humanitaria que recibirá a Alzate, un cabo y una abogada de su unidad militar, todos secuestrados por le Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Santos suspendió el 16 de noviembre el proceso de paz a raíz de este secuestro ocurrido cuando Alzate, vestido de civil y sin su esquema de escoltas, fue interceptado por las FARC cuando se encontraba en un caserío próximo a Quibdó, la capital de Chocó.
El jefe de Estado le pidió entonces explicaciones al Ministerio de Defensa sobre las razones que habría tenido Alzate para incumplir protocolos de seguridad establecidos para los militares en zonas donde se combate a las FARC. El secuestro causó una gran controversia, no solo por la forma en que produjo, sino porque es la primera vez que un general cae en manos de la guerrilla.
Santos advirtió que su gobierno solo volverá a la mesa de negociaciones en Cuba cuando los secuestrados en Chocó y dos soldados que habían sido retenidos el 9 de noviembre en el departamento de Arauca (noreste) fueran puestos en libertad. Estos últimos fueron entregados el martes pasado en Arauca a una delegación del CICR y de los gobiernos de Cuba y Noruega, países que actúan como garantes del proceso de paz.