Marcelo Barabás, vocero de los padres, indicó a UNO que la decisión fue tomada el viernes en una reunión a la cual asistieron unos 200 padres. Lo que se habilita es una parte del edificio en cuestión. “Está previsto no dejar ingresar a los chicos”, indicó el consultado.
En julio los padres exigieron “a la Departamental de Educación de La Paz el cierre del edificio porque tiene algunas columnas con los hierros muy oxidados y a la vista. Desde ese momento, y luego de una serie de gestiones, Arquitectura de la Provincia prometió un estudio radiográfico para saber el estado general del edificio”, especificó Yamila Salinas, una mamá.
El Instituto de Mecánica Aplicada a Estructuras (Imae) hizo un estudio esclerométrico: “A los resultados que emiten sobre el estudio lo titulan como informe visual. Entonces esta gente lo que hace es un maquillaje general en la mampostería, pero no de la estructura edilicia de la escuela, que es lo que más nos preocupa”, señaló el consultado y agregó que en estas condiciones la escuela reabrirá sus puertas mañana, explicando así el motivo de la movilización.
El Colegio Nacional Manuel Belgrano, la única escuela estatal de Nivel Medio de la ciudad de Santa Elena, tiene una matrícula de 700 alumnos, una planta de 100 docentes y 26 secciones.
Por el riesgo de derrumbes, y por falta de energía en algunas aulas, hace dos meses los directivos de la escuela resolvieron distribuir a los alumnos en distintos lugares que funcionan como aulas ad hoc.
Dos 7º años, y un 9º año se alojaron en un espacio cedido por el Centro Comercial; otra parte de la escuela se trasladó a un salón que prestó el club Camba Cuá; otros más, a un lugar que dio la Asamblea Cristiana; algunos, en los talleres de la escuela especial Nº 44 María Montesori; y unos más, daban clase en la escuela privada Juan Pablo.
“En todos lados, los sanitarios son insuficientes y las condiciones son precarias para los alumnos”, aseguró Perla Florentín, secretaria general de la seccional La Paz de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer).
Además Barabás señaló que en los últimos días “algunas de las instituciones que prestaron las instalaciones informaron que ya no pueden continuar cediendo el lugar”.
Para los padres no se han hecho los arreglos correspondientes, incluso aseguran que hay una pared de hormigón al frente “que se mueve”.
Si bien los papás reconocen que se hicieron intervenciones en la cubierta de techos, los resultados no fueron positivos, porque el agua continúa filtrándose.
“No se hicieron los estudios para saber la gravedad del estado del edificio. Prometieron estudios y reparaciones y no cumplieron, así no pueden empezar los chicos porque es un riesgo para todos”, culminó el vocero de los padres.