Vega recalcó que existen pruebas contundentes y testimonios que avalan la teoría de que “Villordo ingresó al hospital de Santa Elena en muy mal estado, producto de una golpiza propinada, según indican fuertes versiones, por personal policial”.
Si bien el hombre falleció en el hospital local, se comprobaron graves irregularidades que apuntaron a encubrir el hecho, ya que el juez de Instrucción de La Paz, Carlos Trajtemberg, y el fiscal Enrique Martínez recién tomaron conocimiento del hecho varios días después, a partir de la denuncia que realizaron los familiares con el asesoramiento de un abogado.
En Santa Elena no se sabe bien porqué, una vez producido el deceso del hombre, el hecho no fue denunciado a la Justicia por las autoridades del hospital. El juez Trajtemberg tomó conocimiento recién el 12 de setiembre ante la denuncia de sus familiares, que se presentaron en Tribunales.
El principal testigo de la causa es un vecino de la víctima, que dijo que el pescador le comentó que fue agredido por personal policial, que lo sometió a apremios dentro de la dependencia. El testigo nombró a un suboficial de ser el autor responsable, como así también el sobrenombre de otro uniformado y dos más que pudieron haber estado en la cuestión.
En Santa Elena no se descarta que pudo haber existido una red de encubrimiento oficial que llegó incluso a producir, aparentemente, similares medidas en el hospital local.
UNO pudo establecer que desde la Departamental de Policía de La Paz se inició un sumario administrativo para establecer si son ciertos los comentarios en torno de la causa.
Se advirtió que no se protegerá a ningún uniformado en caso de confirmarse las responsabilidades. Por lo pronto, se indicó que el pescador fue encontrado por el vecino con un fuerte dolor estomacal. En esa instancia es donde le dijo que fue golpeado por policías.
Oficialmente para la Policía el pescador nunca estuvo detenido en la comisaría, y que tampoco hubo algún altercado con los uniformados.
El vecino buscó asistencia y un móvil policial lo trasladó hasta el hospital. En primera instancia se lo atendió por una abstinencia alcohólica y se le dio el alta, pero a las pocas horas volvió con los síntomas de los golpes, y tras estar en esa situación falleció.
Enterado el juez del hecho, se apersonó en la comisaría de Santa Elena, donde dispuso secuestrar los libros de Guardia, además de hacer una inspección ocular a los calabozos.
Con posterioridad se ordenó secuestrar historia clínica y libros administrativos y de Guardia del hospital de Santa Elena.
Hasta el momento el personal mencionado sigue prestando tareas en la dependencia policial, en tanto que la investigación sigue disponiendo nuevas medidas a fin de avanzar en el esclarecimiento del hecho.