Zanandrea dijo que entre hoy y mañana estiman cortar con la cadena de contagios que sacude una ciudad de 3.000 habitantes que depende de la citricultura y, en menor medida, del turismo en los meses de verano. Si bien se trata de una ciudad pequeña, tiene mucha actividad comercial. «La parte de la citricultura es muy fuerte. El departamento Federación es el que más citricultores tiene. Antes era Concordia. Nosotros solamente en el ejido de Santa Ana (con una superficie de mas de 11.000 hectáreas) tenemos mas de 200 productores y 40 galpones de empaque.
El intendente dijo que todo el mundo pensaba que el virus no iba a llegar. «El Ministro de Salud de la Nacion había dicho que el virus estaba lejos, que estaba en China y no iba a llegar: después llegó a la Argentina. Y llegó a Santa Ana», admitió.
Pero los casos comenzaron a sucederse luego de la llegada de una persona desde el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires). El 80 % de la actividad economica es el citrus, una actividad exceptuada desde el primer día debido a que pertenece a la industria alimentaria. «Acá el trabajo nunca se cortó», dijo Zanandrea. Y se respetaron los protocolos en las cosechas, en los empaques, en los transportes, etc.
No obstante, admitió que sabían que el mayor riesgo lo representan las personas que viajan a Buenos Aires porque tienen un puesto en el Mercado Central dado que están en permanente contacto con la gente de allí. «Tratamos de pedirles que no vengan y de hecho lo hicieron un tiempo. No vinieron a la zona. Pero después de un tiempo de esta cuarentena eterna que llevamos, se empezaron a relajar porque no había circulación viral en esta zona, empezaron a venir y comenzaron los primeros contagios», manifestó.
Los primeros casos se dieron en Mocoretá (Corrientes), luego en Chajarí, Villa del Rosario y en Santa Ana. «Hoy nos tocó a nosotros: estamos en el peor momento y coincide con el mayor nivel de contagios en el país», señaló. Santa Ana ahora comparte la misma situacion epidemiológica que atravesó Colón, luego Islas y ahora Paraná. «Lamentablemente ahora la estamos sufriendo nosotros», dijo.
Desde el domingo en el muncipio optaron por suspender todas las actividades habilitadas. Primero la Provincia daba el visto bueno y, luego de dos o tres días, el municipio hacía lo mismo tras la aprobacion de los protocolos. Por ende, en Santa Ana se podía caminar, trotar y realizar ciclismo ademas de las reuniones familiares.
Ese fue el punto conflictivo. Zanandrea explicó que el municipio aprobó los protocolos pero despues se deben respetar. «Es imposible tener el control de lo que pasa dentro de una casa: no podemos ser niñeros de la gente», dijo. Pero la gente que venia de Buenos Aires no respetaba la cuarentena y las reuniones familiares se transformaron en sociales. «Eran reuniones familiares donde siempre se invita a algun amigo, algún conocido. Puntualmente es lo que hemos advertido. Después aparecieron otros contagios pero esos fueron los disparadores», remarcó.
«Mientras no pasa nada, nadie dice nada», dijo. Pero sucedió lo contrario y el virus se diseminó a traves de esas reuniones. Pasó en Mocoretá, en Chajarí y en Santa Ana. De hecho, hay una familia de cinco integrantes que se contagió en su totalidad. «Y así se ha dado», dijo. Las 14 personas contagiadas hasta ayer estan alojados en las termas de Chajarí. Son personas jovenes, menos de 40 años de edad, y la mayoria no tiene síntomas. «Están en buen estado de salud general»,dijo. Los controles médicos los realizan desde el hospital Santa Rosa de esa localidad. Santa Ana, al igual que Villa del Rosario, Los Conquistadores y San Jaime de la Frontera dependen del nosocomio regional mencionado. «Cuando se requiere mayor complejidad van al Masvernat de Concordia», dijo.
De hecho, una mujer de Chajarí de 69 años, que forma parte de los grupos de riesgo, está internada en el Masvernat asistida con respirador. «La toman como de Santa Ana pero es de Chajarí. Tiene una estancia acá cerca en el borde del Lago», dijo.
Desde el domingo pasado retrocedieron de fase y se suspendió todo. En la municipalidad no hay atención al publico y sólo se garantizan los servicios minimos indispensables como la recoleccion de residuos con personal reducido. Los funcionarios están abocados a atender a las familias que están aisladas preventivamente brindando contención y llevando alimentos.
Solamente están abiertos desde las 7 de la mañana hasta las 19 los comercios de ventas de comestibles y farmacias. Y no entra ni sale nadie de la localidad, salvo con un certificado de circulación que solo lo entrega el municipio para casos excepcionales. La medida se extenderá hasta las 24 horas del domingo próximo. Justo coincide con la terminación de la etapa a nivel nacional que anunció el presidente Alberto Fernández a fines del mes pasado. No obstante, todo parece indicar que, por el nivel de contagios, la Fase 1 se extenderá en el tiempo en esa localidad.
Además desde la intendencia piden a la población aislamiento general. «Es la unica forma que tenemos de controlar y evitar que esto se siga diseminando. El virus no tiene vacunas y la única vacuna es el aislamiento o el distanciamiento social, el autocuidado», dijo. Además desde hace dos semanas no dejan que venga nadie del Mercado Central e impusieron cuarentena obligatoria a quienes retornen.
Sin embargo, la actividad citrícola no se paraliza. «No podemos frenar algo que está exceptuado por el gobierno nacional», explicó el intendente. Lo unico que hicieron fue cerrar dos galpones de empaque donde sucedieron algunos casos. «Hasta que no se vayan todos de alta, no pueden volver a abrir», dijo. El resto pueder seguir trabajando dado que están en la zona rural, siempre y cuando actúen bajo protocolo.