Sanabria reclamó educación vial masiva y Zadoyko sostuvo que se apuraron con los reductores

Sanabria indicó que “la gente no sabe, no hace o no puede aplicar lo que no sabe”. “Es imposible, van a seguir produciéndose accidentes, van a seguir habiendo muertes”, indicó. En ese sentido, dijo que debe haber un período de concientización masiva mediante folletería, hablando con los conductores. “Hay que explicarles porque no saben. Acá no se trata de sacar motos nomás”, sostuvo.

No obstante, desde Tránsito se hacen cursos. Sanabria admitió que “algo se hace” pero añadió que “no alcanza”. “Acá tiene que haber políticas de prevención muy profundas y en todos los ámbitos”. “No puede ser que se ponga por cada habitante un agente de tránsito. No es así, nadie quiere eso y sabemos que es imposible, una utopía”, explicó.

“Acá en algún lugar, alguien no está haciendo las cosas como corresponde, llámese director de tránsito, los agentes de tránsito. Les piden a los policías y hacen lo humanamente posible pero están descuidando la prioridad que es la seguridad”. Asimismo, reclamó personas calificadas para hacerse cargo del tránsito en la ciudad. El intendente “tendría que poner gente idónea, que sirva, no cualquiera, estamos jugando con la vida de las personas”. Además indicó que el director de Tránsito, Enrique Legarreta, es “accionista de la Línea 1, tengo entendió y de alguna otra también” por lo que sería “juez y parte” al mismo tiempo.

Una decisión apresurada

Al día siguiente del corte, se mandaron a colocar los reductores. “Como diciendo: ‘la municipalidad ya cumplió, ya está y a otra cosa’”, dijo Zadoyko. Entre los reductores quedó un espacio entre medio por donde zigzaguean motos y autos cruzándose de carril para evitarlos. “Esto no era la solución”, agregó más adelante. “Ya ha habido accidentes una vez colocados”, acotó.

Según explicó, Zadoyko –quien participó de las asambleas- los vecinos pidieron sendas peatonales elevadas, similares a lomos de burro, como las que hay en Villa Zorraquín. “No incomoda demasiado a los transeúntes y permite una mejor circulación. No hemos tenido en muchos años inconvenientes trágicos con este tipo de lomada”, recalcó

No obstante, el edil aseguró que se debería haber colocado reductores de un solo “serrucho” en otros lugares de la avenida porque se sigue circulando a excesiva velocidad como en la zona del Golf o del Club Los Yaros.

Asimismo, el concejal volvió a insistir con los puentes peatonales, uno a la altura de Villa Zorraquín y otro en Rösch y Marta Ávalos. Desde la municipalidad aseguraron que “no es conveniente porque la gente no los utiliza”. Sin embargo, aseguró que con la colocación la municipalidad se eximiría de responsabilidad ante otro accidente mortal.

Tampoco puede soslayarse la negligencia de los concejales en el tema tránsito. En el Concejo Deliberante se había tomado la decisión de convocar a personal de Obras Públicas y del OCCOVI (Órgano de Control de Concesiones Viales) por los problemas en el tráfico en los accesos sur y norte. “Estas reuniones nunca se llevaron a cabo hasta el día de la fecha”, recalcó.

Ayer se volvió a colocar el “árbol de la vida” en la plaza 25 de Mayo que recuerda a las personas que fallecieron en un accidente de tránsito. La iniciativa corre por cuenta de la Asociación que encabeza Sanabria que además está a cargo de la campaña de cruces amarillas en el asfalto que también recuerda los lugares donde se produjeron choques mortales.

Dentro de poco, a la altura del km. 218 de la autovía 14, se pintarán seis estrellas debido a un terrible accidente sucedido el 17 de diciembre de 2007. “Venían en un vehículo cinco personas y una mamá embarazada a punto de dar luz. Un camión con maderas se cruzó de carril, se durmió (el chofer) y los embistió a todos ellos. Mi hijo no falleció en el acto, estuvo nueve días en terapia y falleció el 25 de diciembre, mirá vos que paradoja”, dijo Olga Mazoletti, la madre de Marcelo Moreira, uno de los fallecidos.

Marcelo tenía un puesto de venta en “las Pulgas” y traía ropa de Buenos Aires para vender, al igual que los demás -tres mujeres y el chofer de apellido Ballesteros- que viajaban en el auto.

Entradas relacionadas