HISTORIA DE LA SUPERSTICION
En el diálogo con DIARIOJUNIO, Popelka dijo “antes cuando no había manera de explicar algunos trastornos mentales, algunas conductas se pensaba que eran los dioses estamos hablando de Grecia y Roma.
Entonces se dice que cuando una persona tenía una conducta patológica, era producto de un castigo de los dioses.
Así empieza esto después fue evolucionando, aparece en la edad media la religión donde se le atribuye al diablo.
Así, aparece la esquizofrenia, una neurosis o una demencia. Se decía que no era por un trastorno orgánico sino que era porque el diablo lo había poseído.
Y ahí surge la diabolización y endemoniado.
Así fue evolucionando en la historia para encontrarle sentido a las cosas. Después aparece el desarrollo de la medicina y la biología, y aparecen los fármacos y ahí se dieron cuenta que no había demonios ni era castigo de los dioses del Olimpo. Era un trastorno biológico y así con el desarrollo de la humanidad. Por eso, la demonización no existe eso quiero que quede bien claro.
A muchos le conviene sobre todo a los religiosos, lapidó.
LA ENFERMEDAD MENTAL Y LA NECESIDAD DE DIFUNDIR EL TEMA…
Pero si no existe ninguna demonización muchos pacientes con estado psicótico con bajo nivel cultural no pueden entender que es una enfermedad, por eso, la mejor manera de explicar esa situación es que están demonizados, porque tienden a escuchar voces, dicen cosas feas, ven cosas raras y a proferir palabras inentendibles, lo que se conoce en la psiquiatría como “jergafasia”, o sea, a los pacientes con esa patología no se les entiende absolutamente nada y se llama así, “jergafasia”, puede hablar cualquier cosa e incluso cambiar el timbre de voz.
Es importante que se difunda esto para no darle pasto al pastor Ferreira y a todos estos “curadores”, estas iglesias y demás, pues cuando un paciente va con este trastorno, en vez de llegar a la atención primaria para abordar el problema cuanto antes, recurren a estos chantas y atorrantes y van al hospital tardíamente.
Estos personajes los declaran demonizados y les aconsejan que vayan a sus iglesias, al final llegan en pésimo estado a los hospitales. Ese es el problema que se plantea con estos “curadores”. La propaganda de la Iglesia Universal por ejemplo es que “si Ud está depresivo, ansioso, venga que lo curamos, ahí está el negocio”.
El trastorno de la ansiedad es uno de los más comunes, como el alcoholismo. Se llama así cuando andas nervioso, por diferentes situaciones conflictivas, sean estas familiares, laborales, políticas, sociales, económicas, etc que uno tenga. Antes se conocían estos trastornos como nerviosismo, luego se conoció con el nombre de estrés, ahora se los conoce así “trastornos de ansiedad”.
Cuando ese trastorno va subiendo y se agrava, hace de cuenta que tu cabeza es una olla a presión y la ansiedad tiene que salir por algún lado y generalmente se va al cuerpo, se somatiza esa ansiedad. Cuando se somatiza se convierte en lo que se conoce como “ataque de pánico”, palpitaciones, sensación de que te vas a morir, frío en el cuerpo, eso sería como un pico de ansiedad.
CRITICA A COLEGAS
En la salud mental pública somos solamente dos psiquiatras que nos estamos rompiendo el lomo y acá en Concordia hay muchos profesionales que incluso tienen menos capacitación que la mía, pero se quedan en sus consultorios facturando y les interesa muy poco la salud pública.
No tienen vocación ni entrega a la gente que más necesita. Nosotros con mi mujer (la otra psiquiatra) vamos a terminar reventando porque atendemos en Concordia, Federación, Chajarí, Colón y Ubajay.
Y esto, quiero aclararlo no es un problema de falta de presupuesto sino de los psiquiatras que no les importa la salud pública porque hay 10 profesionales y a todos les hemos ofrecido que vengan a trabajar y no quieren saber nada. Saben que esto no es fácil, pero si lo sabés, veni a ayudar, no te quedes en tu casita.