El aporte del Río Uruguay, que es del orden de los 550 metros cúbicos por segundo, no permite a los técnicos retener el agua en el embalse porque dado que ese volumen es el caudal mínimo que la represa debe evacuar para alimentar de agua potable a las poblaciones en el litoral de Uruguay y Argentina.
El déficit hídrico del Río Uruguay se puede apreciar en las costas aguas abajo de la represa, zonas en las cuales las aguas se han retirado centenares de metros y ha quedado el lecho rocoso al descubierto.
Con estos valores hídricos Salto Grande no supera la producción de 3.200 megavatios por hora y para poder hacerlo tendría que recurrir a la utilización de las escasas reservas, explicaron a El País en la Comisión Técnica Mixta.
Allí se informó que la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE) ya comenzó a comprar a la represa de Yaciretá de Argentina, 4.500 megavatios por hora de energía para atender la demanda de Uruguay sin tener que recurrir a poner en marcha centrales alimentadas a fuel oil.