«Salto Grande ha vuelto a ser noticia. El legítimo y justificado reclamo de los ribereños respecto de la cota de la represa ha vuelto a ocupar su lugar en los medios de comunicación. Sin embargo, éste no es el problema de fondo. La cuestión principal es una asignatura pendiente, y es quién y cómo toma las decisiones.
Si las toman burócratas de carrera de Cancillería y funcionarios de turno de la Secretaría de Energía en Buenos Aires; o si – por el contrario – las toman representantes legítimos de los genuinos intereses de los entrerrianos.
Mientras CTM y la Secretaría de Energía se manejen como hasta ahora, el tema de la cota, y otros, van a seguir siendo recurrentes. Mientras dependamos de los caprichos de funcionarios nacionales seguiremos estando expuestos a que se retengan los pagos a la CAFESG (como sucedió en el 2002), o que se cambie la tarifa de Camesa sobre el Kw para poder subsidiar a las generadoras privadas afectando sustancialmente el fondo de excedentes que vuelve a la provincia (como sucedió este año).
Es hora de insistir con mucha fuerza en un reclamo muy simple: salto grande para los entrerrianos ya ! Debemos reflotar los proyectos legislativos que avanzaban en este sentido, y presionar al Gobierno nacional para que reformule el Convenio de 1946, como manda la Ley 24.954. Es menester aprovechar los vientos de cambio que soplan en la vecina orilla. Pero sin doble discurso, defendiendo el interés de la provincia ante todo, enfrentando al gobierno nacional si es necesario. En esta cuestión, como en otras, la contradicción fundamental no es peronismo vs. radicalismo; es centralismo vs. federalismo. Legisladores de ambos partidos populares han presentado en el pasado iniciativas en este sentido. Hagámoslas realidad.
Una vez que logremos ese postergado objetivo, podremos abocarnos a resolver las grandes cuestiones pendientes. Es imperioso tomar conciencia de que Salto Grande se trata de una obra inconclusa, y que ha subvertido el orden de prioridades que le dio origen. Estas dos cuestiones están íntimamente ligadas. Es una obra inconclusa porque falta construir el dique compensador, las esclusas, y el canal de navegación. El dique compensador es una obra clave si queremos transformar al río Uruguay en una verdadera hidrovía de cierta magnitud. La subversión del orden de prioridades es obvia; el Convenio de 1946 disponía el siguiente, para el aprovechamiento de las aguas del río:
1°) Utilización para fines domésticos y sanitarios.
2°) Utilización para la navegación.
3°) Utilización para la producción de energía.
4°) Utilización para riego.
Es prioritario volver a dar a la navegación el rol que le cupo como vector de desarrollo. Y Salto Grande puede hacer mucho en este sentido. Y en general, puede hacer mucho por el progreso de la región. Salto Grande para los entrerrianos, ya!.