Salto en situación de emergencia. Ante sostenido avance de las aguas

Distintos barrios se han visto anegados y otros han sufrido los efectos de las enchorradas, verdaderas avalanchas de agua que avanzan a gran velocidad por las calles y causan estragos en las viviendas.
Todo esta situación ha determinado la destrucción de gran parte de la caminería rural y un serio deterioro de las calles de la capital departamental y centros poblados.
Aumentó considerablemente el número de pozos en las calles, el agua agrandó los existentes, creció el número de cordones cunetas descalzados, se formaron enormes zanjas en las calles de tierra y el pavimento fue “barrido” en muchos barrios.
También el alumbrado público, que se encuentra a cargo de la comuna, ha sufrido el embate de las aguas. Hay miles de luminarias para reponer y cables para ser sustituidos, al igual que columnas cuyas bases han sido socavadas.
Cientos y cientos de kilómetros de caminos rurales están en muy mal estado, de los 5.000 que conforman la red vial del departamento, la segunda en extensión a nivel nacional.
A partir de esta realidad el gobierno departamental deberá hacer ajustes en los planes de obras, ya que primeramente dará prioridad a la atención de la emergencia social y vial.
El Comité Departamental de Emergencia ha conformado distintos equipos de trabajo en varias zonas de la ciudad, que permanecerán en alerta ante la posibilidad de ser convocados si las condiciones climáticas llegan a empeorar en las próximas horas, tal como lo anuncia la Dirección Nacional de Meteorología para esta zona del país.

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