¿Deben estar subsidiadas colegios como Bachillerato, Mitre, San José o Capuchinos? “Tendría que ser analizable desde el punto de vista del valor de la cuota: si hay relación o no con el sueldo que se paga a los docentes”, indicó Daniel Benítez, docente de la escuela Santa Lucía y empleados de la obra social de Sadop (Osdop).
Por su parte, González Russo dijo que el ofrecimiento “es totalmente distinto de las escuelas de la periferia”. Y añadió: “si quieren mejor educación, la cuota va a aumentar”. “Esta escuela pide un monto x de dinero pero le está ofreciendo alguna cosa que le sirve o que en otras escuelas no hay como talleres de computación, inglés, otros idiomas, clases de apoyo”, añadió.
Sin embargo, aclaró: “nosotros podemos dar nuestro punto de vista pero ya depende del arreglo que tengan los apoderados legales con el gobierno. No es un tema como gremio que tengamos que tratar”.
Benítez señaló que “como corresponder corresponde a toda escuela privada o de gestión pedir y solicitar cargos al Estado para que sean reconocidos”, expresó. Pero el criterio de Sadop es que “tendrían que hacer un poco más de hincapié en escuelas donde existe vulnerabilidad social como en el caso de escuela La Viña, San Francisco”. Benítez remarcó que hay escuelas donde “se ve la marginación a diario y por ahí se han solicitado cargos hace dos o tres años y todavía no hay ni señales de nada”.
No obstante, en La Viña la mayoría de los cargos están reconocidos por el Estado porque los padres no pagan una cuota. “Por ende no pueden existir contratos: nadie lo pagaría”, expresó. Además no hay cooperadora y los únicos recursos salen de un kiosco que es atendido por los mismos docentes y de la venta de lo que se produce en los talleres. De todas maneras, hay otras escuelas que tienen muchos cargos no reconocidos por el Estado.
Respecto de las tareas del gremio, Benítez señaló que les cuesta insertarse en las escuelas privadas. “Cuesta mucho ingresar en estas escuelas. Por ahí hay escuelas que no se las ha visitado y se puede en la medida en que se abran las puertas y el gremio ingrese como todo trabajador que tiene derecho a sindicarse como bien lo dice la Constitución”, dijo el docente.
Pero muchos docentes prefieren no sindicalizarse. “La fuente laboral es primordial. El docente por ahí cuida eso y creemos que las escuelas tendrían que ser abiertas en dejar libres a que el docente decida que gremio lo puede respaldar, nuclear”, expresó Benítez. No obstante, González Russo dijo que en Concordia el crecimiento “fue extraordinario”. “Estamos conformes, estamos haciendo un trabajito de hormiga. A veces el boca en boca nos sirve”, expresó. Sadop tiene 350 afiliados en Concordia. No obstante, hay 877 docentes en escuelas privadas.
En cuanto al nivel de acatamiento a los paros, expresó que depende de cada institución. “Todo depende del apoderado legal, de los directivos. No se puede hacer paro porque marca su foja de trabajo; trabajan con el temor: ‘trabajás acá pero acá no se hace paro’”, remarcó González Russo. Luego agregó que “hay muchos contratos”. “Hasta a nosotros por ahí es difícil acceder o saber porque es todo un tabú”, indicó.
Es que la modalidad de contratos no asegura estabilidad laboral. “Llega fin de año y si estás contratado un año probablemente te quedes sin trabajo y decide la escuela si te llama o no el año que viene”, expresó Benítez. En cambio, si los cargos están reconocidos por el Estado, a los docentes “por ahí les transmite más seguridad”. “Porque si la escuela no tiene los fondos o baja la matrícula de los chicos, evidentemente si tienen qua sacar algún docente lo van a tener que hacer”, añadió.
De cualquier forma, Sadop sólo realizó cuatro jornadas de paro en 2008. “Pensamos y hemos sido tal vez criticados por eso pero nos tiramos más al diálogo, al consenso y eso es lo que se está haciendo permanentemente”, expresó.
En Concordia, hay ocho instituciones de gestión privada que tienen delegados: Jesús de Nazareno, San Francisco, Santa Lucía, Nuestra Señora de Itatí, La Viña, Nuestra Madre de la Merced y Nuestra Señora de Lourdes. En las restantes escuelas no hay delegados. “A veces porque no se cumplen los requisitos de tener una mínima cantidad de afiliados”, detalló González Russo. Se necesitan al menos 15 afiliados por institución. La otra razón es la carencia de interés. “Para ser delegado tiene que ser alguien que lleve la palabra, que tenga un consenso con los compañeros y que tenga representatividad”, añadió.