Hubo tres heridos que salvaron milagrosamente sus vidas. La víctima regresaba de haber participado de un festival de rock en San José.
Fuentes policiales indicaron que el lamentable accidente se registró minutos antes de las 5, a la altura del kilómetro 128,5 de la ruta mencionada, unos 3.000 metros al norte del acceso a La Histórica, cuando José María Coquoz, de 25 años, conducía de norte a sur una moto Yamaha 125 cc –patente 853 CEX– procedente de la ciudad de San José, donde había participado con otros jóvenes del festival de rock que se realizó la tarde anterior.
Por causas que se intentaban establecer, la moto habría cruzado de carril, justo en el momento en que por esa mano –de sur a norte– transitaba un Volskwagen Gol –dominio BGN 544– aparentemente conducido por José Luis Schawindt de 38 años; quien era acompañado por Ricardo Hereñú, de 54, y Omar Rienersma de 34, todos procedentes de la provincia de Buenos Aires.
La imprevista maniobra sorprendió al conductor del Gol, quien habría intentado frenar y esquivar la moto, pero esto fue inútil y ambos rodados se estrellaron en forma frontal.
El auto siguió un recorrido de más de 100 metros, arrastrando a su paso a la Yamaha y a su conductor, que salió despedido por el aire y murió en forma instantánea. Tras el impacto ambos rodados comenzaron a incendiarse, para finalmente estallar sobre la calzada.
A raíz del violento choque, el conductor del Gol quedó semiinconsciente, por lo que fue auxiliado por sus propios acompañantes que lograron retirarlo antes de que las llamas consumieran la carrocería en forma total.
Inmediatamente de sucedido el accidente, los protagonistas recibieron ayuda y asistencia, siendo trasladados al hospital Justo José de Urquiza con lesiones que finalmente resultaron leves.
A pocos minutos del siniestro, llegaron al lugar la jueza de Instrucción Estela Natal de Rebossio y el subjefe policial, los que estuvieron observando los trabajos de los peritos, tareas que se extendieron por aproximadamente dos horas.
El panorama era dantesco ya que el estallido del equipo de GNC fue tremendo y las llamas se podían observar desde el puente elevado de la ruta provincial 39 que lleva a Concepción del Uruguay, distante a tres kilómetros.
En el lugar se observaban los restos esparcidos de auto y moto, demandando la intervención de bomberos y personal de la empresa Caminos del Río Uruguay. En el lugar trabajó personal policial con la colaboración de Gendarmería. Las colas en ambos sentidos de circulación se extendieron considerablemente, hasta que la ruta fue liberada alrededor de las 7.30.
La jueza ordenó que los vehículos siniestrados fueran trasladados a dependencias policiales de Concepción del Uruguay.