«Como resultado de este ataque, las brigadas de infantería motorizada 65ª y 66ª, y la 46ª brigada aeromóvil de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que recibían instrucción en esos polígonos perdieron totalmente su capacidad combativa», aseguró el militar ruso.
Subrayó que de este modo «fue frustado el envío de dichas unidades a la zona de los combates».
El portavoz añadió que en la pasada jornada fueron derribados dos aviones ucranianos: un Su-25 y un MiG-29. El Su-25, precisó, fue abatido con misiles antiáreos cuando atacaba la isla de las Serpientes (mar Negro), donde Rusia tiene desplegado un pequeño contingente, que no sufrió bajas en la incursión.
Agregó que el otro avión de guerra ucraniano fue derribado en un combate áereo sobre la localidad de Zelenodolsk, en la región de Dnipro, en el este de la zona central de Ucrania.
Según Konashénkov, la defensa antiaérea abatió ocho drones ucranianos y 19 cohetes lanzados por rampas de bocas múltiples.
El portavoz de Defensa cifró en más de 720 las bajas mortales de las fuerzas ucranianas durante la pasada jornada, en la que -aseguró- perdieron otros 12 tanques y otros carros blindados.
