Miles de muertos, heridos, destrucción y la huida obligada de personas de sus países de origen, son las consecuencias de los ataques de estos grupos extremistas como el EI.
"Está claro para todos que el resultado de las actividades (de EE.UU.) en esta región para combatir el Estado Islámico prácticamente equivale a cero, los terroristas continúan propagándose", señaló el primer ministro ruso durante una entrevista a un medio de comunicación ruso.
"Sólo la intervención de Rusia ha cambiado la situación", agregó y recordó una visita que realizó al país árabe en 2010, cuando ejercía el cargo de presidente de Rusia, en la que constató "cómo vivía Siria antes de la guerra".
"Quiero decir que era un Estado normal y moderno, un Estado de paz, donde nadie destruía monumentos, donde todo estaba bien con la economía", aseguró el primer ministro ruso.
A solicitud del Gobierno sirio, Rusia inició el pasado 30 de septiembre una operación militar aérea para atacar las posiciones del autodenominado Estado Islámico (EI) en el país árabe.
Con esta operación Rusia ha atacado con éxito más 100 posiciones del grupos terroristas en Siria, ha realizado más de 300 vuelos, ha eliminado cerca de 300 militantes y destruido varios campos de entrenamiento y depósitos de municiones entre otras instalaciones.
Siria enfrenta una crisis desde 2011 por la acción armada del grupo terrorista autoproclamado EI, quienes arremeten contra el patrimonio del país y los civiles, que se han visto obligados a desplazarse a otras naciones.