El responsable de Operaciones y Seguridad remarcó que el detenido, que sufrió quemaduras de cigarrillo en el pecho, fuese trasladado a otro lugar para que “no tenga ningún otro tipo de inconvenientes”. Fue enviado a la Jefatura de Policía la semana pasada y hoy retornó a la Alcaldía.
Rufiner dialogó con personal policial de la Jefatura Departamental de Concordia y allí constató que el hecho efectivamente ocurrió. ¿Nadie pudo advertir lo que estaba pasando en la Alcaldía? Rufiner señaló que el personal hace recorridas cada 15, 20 o 30 minutos de acuerdo “a la peligrosidad de los delincuentes” alojados.
El hecho no fue advertido. Incluso, ni por las siete cámaras que fueron instaladas en las celdas de la Alcaldía. Aparentemente el incidente sucedió en los pocos lugares que no están bajo la mirada de los monitores, explicó Vega.
A fines de julio se produjo el hecho del que no fueron informados las autoridades del lugar. “Por temor a encontrarlos nuevamente”, indicó el subjefe. Recién, el 8 de agosto, el detenido denunció en Tribunales lo que le había pasado y el juez Funes Palacio decidió que fuese trasladado a la Jefatura. No obstante, las condiciones de alojamiento en invierno son difíciles de soportar en la Central debido a que las celdas no tienen puertas. Por ese motivo, y teniendo en cuenta que los agresoras ya no están alojados, Oviedo hoy al mediodía volvió a la Alcaldía.
Según sostuvo Vega, todos los meses hay traslados entre la Alcaldía y la Unidad Penal por problemas internos. En ese sentido, mencionó que suceden peleas entre los internos o algunos se provocan lesiones o cortes.
