Rovira no cree que “en este sistema de partidos haya un espíritu vengativo contra la Fiscalía, sino que el Gobierno no quiere ser controlado por ningún organismo”, ya que “los mecanismos de control que existen, como el Tribunal de Cuentas o la Fiscalía de Estado, son un refugio de políticos reciclados y de funcionarios que saben que nunca controlarán los delitos que se puedan cometer en la función pública”.
Al brindar un ejemplo, Rovira hizo referencia al “sistema de contratos”, que “tanto criticó la FIA en su momento”, y consideró que en ese plano se “cometen actos ilegítimos, oscuros, ya que hay datos ocultos de gente que no trabaja y que igualmente cobra una buena remuneración”. Para Rovira esos “oscuros actos, lamentablemente siguen existiendo, con la displicencia de todos los organismos de control”.
Al ser consultado sobre si tiene expectativa de que surja un organismo serio de control, Rovira fue contundente: “Mientras continúe este sistema de Gobierno no tengo ningún tipo de expectativas”, ya que “no se está gobernando para el país, sino para saciar beneficios particulares”.