Y agregó: «Si bien la situación de pobreza e indigencia en nuestro país es alta (42% y 10,5% respectivamente y en los niños de 0 a 14 años alcanza un 59,7%) cifras que nos avergüenza como argentinos, es como concordiense que nos duele más».
Enseguida, interrogó: «¿Que ha pasado en estos 38 años de Democracia recuperada en Concordia, y en la Provincia de Entre Ríos? donde el Peronismo (que lleva como bandera la Justicia Social), con sus distintas vertientes ideológicas y metodológicas, durante 26 años gobernó el país, 30 años la Provincia (siendo la totalidad de los Gobernadores o vice de Concordia) y 38 años gobernaron esta Ciudad, transformándola en Capital Nacional de la Pobreza».
Según los relevamientos del país difundidos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), en Concordia se registra un 49,5% de personas pobres, ubicando además a la provincia en el podio de las tres más pobres.
«O ¿es que consideran que la pobreza es un castigo divino? y ante esta realidad abandonan a los miles y miles de concordienses a su triste destino de subsistir como puedan, condenando a sus hijos a la desnutrición, a la marginalidad, a la promiscuidad, al abandono escolar, o sea a un injusto futuro», indicó.
«O es que, siendo conscientes de esto, la utilizan como herramienta electoral, sabiendo la dependencia – hasta el punto de la sumisión- que fabrican a través de los múltiples planes sociales que reparten como una dadiva en vez de agudizar la mente para crear formas de ingreso genuino», señaló.
Posteriormente Rotman, reflexionó: «Una dádiva no le permite a un individuo abandonar la pobreza ni estimular la movilidad social, esta sirve solamente para aliviar una situación coyuntural».
«El oficialismo como no puede inculpar a gobiernos anteriores, ha ensayado diversas teorías para tratar de justificar este cataclismo social. Algunos se remontan a Salto Grande que, al finalizar las obras, buena parte de esos 2.000 obreros se quedaron en la Ciudad ya sin trabajo, otros inculpan a la crisis de la citricultura (principal economía regional) y otros más reciente inculpan a la pandemia», mencionó.
«Posiblemente cada uno de estas causas aportaron parcialmente a esta realidad actual.Pero la cruda realidad nos dice que a pesar de manejar el poder casi absoluto durante tantos años no hicieron el menor esfuerzo para revertir esta cruel epidemia como es la pobreza», recalcó.
«Duele profundamente como concordiense y Entrerriano ver como se ha incrementado el triste espectáculo de todos los días, con familias enteras revolviendo contenedores de basura tratando de recuperar restos de comida u cualquier elemento útil para ellos», sostuvo.
«Duele profundamente como concordiense y entrerriano saber que en nuestra ciudad casi el 50 % de sus habitantes muchos días no tengan que comer. Pero más duele saber que esta situación condena a miles de copoblanos a un futuro de desigualdad intelectual y social irreversible», reflexionó.
Finalmente, enfatizó: «No podemos desconocer e ignorar la responsabilidad que tuvimos quienes ejercemos la oposición desde hace tantos años en nuestra Ciudad y nuestra Provincia, quienes no supimos, no pudimos o no nos dejaron aportar ideas o acciones para tratar de no llegar a esta realidad actual. Posiblemente nuestras pequeñas diferencias partidarias, sumadas a ambiciones personales que, en comparación con esta triste realidad, no son nada, no nos permitieron unificar criterios para pelear una actualidad mejor y un futuro esperanzador para toda la sociedad. Espero que sacudidas como esta nos despierte y nos llame a la reflexión, convenciéndonos que ‘juntos, siempre somos más'».
«Como medida coyuntural el Gobierno Provincial debe dar el primer paso, declarando el ‘Estado de Emergencia Económico y Social en el departamento Concordia’, comenzando a estudiar seriamente las verdaderas causas que nos han llevado a esto, sabiendo que detrás de estas alarmantes y frías cifras hay seres humanos», pidió Rotman.
«Trabajemos todos para que no se consolide conceptualmente esta realidad actual y sigamos luchando para que Concordia siga siendo la otrora Capital Nacional del Citrus y no la actual, Capital Nacional de la Pobreza», concluyó Rotman.
