La charla con los periodistas comenzó en el horario previsto, a las 10.30, en el salón del Gran Hotel Alvear, donde Rossi apareció solo y comenzó a desarrollar su postura. «Quiero que los fantasmas de la corrupción queden aclarados, porque jamás cometí un acto deshonesto», dijo el intendente de Santa Elena para luego asegurara que la imputación de parte del tribunal que lo juzgó -encabezado por el camarista Jorge García-, de condenarlo por un crecimiento patrimonial de 5.148.319 dólares, «es totalmente falsa». Acotó que «la justicia debe dar las suficientes garantías y no puede culpar con lo que no está en el expediente». Recordó que primero se lo acusó por «algo más de 700 mil dólares» y luego lo condenaron por más de 4,9 millones de dólares, a lo que se agregaron otros 200 mil dólares. «Interpreto que se equivocaron; que no entendieron muy bien porque son abogados. Por eso la angustia que tengo. Me imputan algo que no es y resulta inaceptable», añadió.
Rossi anunció que «si es necesario» viajará próximamente a Montevideo «para requerir una certificación contable de un contador uruguayo», que, de acuerdo a lo indicado, analizará todas las cuentas en los bancos del vecino país donde tuvo cuentas el ex vicegobernador, como así también su hermana, su madre y su ex esposa Isolina García.
El intendente de Santa Elena también puso en dudas los movimientos que hubo desde el oficialismo para que no se presente a declarar el ex cajero bustista Gualberto Garamendy. «Habló conmigo por teléfono, días antes del inicio de las audiencias, me dijo que estaba buscando documentación importante sobre las empresas que aportaron a la campaña del PJ entre 1987 y 1991, pero nunca apareció a declarar», comentó.