“Si hay sectores que por omisión, especulación u otro motivo se han retardado en el proceso interno no corresponde modificar todo un cronograma electoral ya que lo único que se puede provocar son daños innecesarios en el proceso eleccionario”, advirtió Rogel.
Asimismo, hizo notar que si se prorrogara el plazo de presentación de listas “quedarían solamente tres semanas para conversar con los afiliados”.
Finalmente, remarcó que “las consecuencias de un corrimiento de las fechas establecidas, iría en detrimento de los objetivos que se persiguen: que la próxima conducción sea fuerte y representativa, ya que se correría el riesgo que muy poca gente concurra a votar”.