El proyecto manda a los representantes de los trabajadores y a los empresarios a pactar la participación dentro del régimen legal vigente en materia de las convenciones colectivas. Establece, asimismo, que los trabajadores tendrán derecho a la participación en las utilidades anuales siempre que las mismas sean superior a las determinadas reglamentariamente, y en ningún caso podrá ser inferior al 10%.
El legislador entrerriano considera como utilidades las rentas sujetas a la deducción del impuesto a las ganancias según la ley que regula dicho gravamen. Para la forma de distribución del monto participable entre los trabajadores beneficiados se deberá tener en cuenta la antigüedad en la empresa, su presentismo y puntualidad.
En igual sentido, el proyecto de ley establece que el monto correspondiente a la participación en las utilidades para los trabajadores, no será computable a los fines de calcular los aportes y contribuciones con fines previsionales, obra social, cuota sindical, y no será tenido en cuenta a los efectos indemnizatorios, como tampoco podrá establecerse sobre tal participación descuento ni tributo alguno.
Rogel sostuvo que “hemos recogido después de un año de trabajo lo mejor de la legislación obrera, fundamentalmente francesa, española e italiana, y la base de este proyecto ha sido el proyecto que presentara en su momento el ex Senador Nacional Luis Agustin Brasesco”.
Finalmente el diputado nacional y vicepresidente del bloque del radicalismo sostuvo que “el proyecto no significa para nada un gravamen sobre las empresas, sino todo lo contrario. Un incentivo para los trabajadores que comprometerán mayor esfuerzo y eficiencia para lograr, como los países mas avanzados de Europa lo han hecho, un mejor equilibrio entre el capital y el trabajo”.