Consultado sobre las recurrentes críticas que desde el justicialismo se le realiza a la gestión que gobernó entre 1999 y el 2003, Julio Rodríguez Signes explicó que “yo fui legislador por la Alianza, pero cuando advertimos que el gobierno de Montiel era francamente insostenible, mas allá de la crisis, sino también por la actitud personal del anterior gobernador, junto con (Sergio) Urribarri y otros legisladores lo enfrentamos en la legislatura. Intentamos llevarlo al juicio político que era lo que la Constitución preveía”. Fundamentando así que “no me sorprende esa crítica. Fueron momentos muy difíciles, por suerte ya superados”.
Ante la observación del papel pasivo que han tenido los últimos fiscales de Estado que tuvo la provincia, señaló: “yo soy abogado, desde hace cuatro años estoy desvinculado de lo estrictamente político y le puedo decir que me gusta el desafío. Creo que la provincia necesita ser defendida de la mejor manera posible y el fiscal de Estado defiende el patrimonio público, como otros organismos. Yo estoy dispuesto a colaborar con él y con el gobierno. Quiero que a la provincia le vaya bien, que se siga recuperando y ese es mi compromiso”.
Por último, se le preguntó si temía algún tipo de sanción desde la UCR por aceptar el cargo, asegurando no tener “temor ninguno, porque cuando yo asumí la posición que tomé en el año 2002, que fue el juicio político al gobernador, ya me sancionaron, en aquella oportunidad. Por lo tanto llego sin temores ni condicionamientos. Si, sé que el desafío es importante, porque la provincia de Entre Ríos tiene un presupuesto de $4.000 millones de peso que hay que defender”.