La noche y la fiesta comenzó apenas pasadas las 21 hs y eran las 2 de la madrugada y nadie quería levantarse, menos Queca que, lejos de estar a los bostezos, se reía y aplaudía las ocurrencias de los músicos, cantantes, murgueros y habladores que pasaron por el improvisado escenario popular
Varios santafesinos querían conocer como fueron los primeros años de lucha de Queca en Concordia, así que los presentes le pidieron a Roque Mario Tito (co-fundador de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos en Concordia) que recordara aquellos días. Lo hizo contando algunos detalles jugosos de aquel tiempo de terror donde a pesar del miedo, un grupo de ciudadanos tomó la posta. Contó la visita a la casa de Queca y otras Madres y el inicio de una lucha que germinó tanto que hizo posible la declaración del Prefecto torturador Héctor Febres como “Persona no Grata” por parte de la mayoría del Concejo Deliberante de Concordia.
La noche fue tan matizada como alegre ya que no solo estuvo presente el recuerdo sino la alegría murguera protagonizada por un grupo de jóvenes de barrio que le declaraban a Queca amor eterno por sus enseñanzas.
Del mismo modo que sus nietos, la mayoría artistas del canto y la guitarra o viejos militantes de la causa, incluido su hijo Hugo que, con la experiencia de recorrer peñas estudiantiles y de las otras, se cansaron de regalarle canciones y temas. Uno de esos, que recibió como regalo fue el que sus nietos hicieron con un poema de Jorge (su hijo desaparecido). Entre los presentes vale destacar a Jorge Hoffmann, titular de ATE Santa Fe y destacado por su apoyo permanente a la causa de los derechos humanos y a un grupo de militantes de Gualeguay.
Solo puedo relatar lo que vi (y recuerdo pues sin dudas hay cosas que se me escapan) hasta las 2 de la madrugada que fue cuando la delegación concordiense integrada por 16 personas (Lucy Caire ; Lidia Subosky ; Mesina y su esposa Marta ; las hermanas Kohan ; Néstor y Hugo Loggio y su esposa Marta y su hijo Paulo ; Amalia Ayala ; Roque Mario Tito y Lity Braccia su esposa ; Alejandra Ribulgo ; Graciela Mc Lean y Claudio Gastaldi, se retiró del lugar.
Queca, sus hijos, nueras, nietos y otro montón de sus afectos siguieron festejando esos jóvenes 90 años.