Los ladrones intentaron romper una ventana, pero desistieron porque las rejas la protegen. Optaron por la puerta trasera y rompieron una soldadura pero tampoco lograron su propósito porque está sellada por el lado interno. En consecuencia, treparon al techo, cortaron una chapa, rompieron el machimbre del cielorraso. “Eso es lo más doloroso porque trabajamos ad honorem y no tenemos recursos. La cuota societaria es muy baja y se ocupan en limpieza y la luz”, se sinceró el titular del centro.
El centro se encuentra en San Juan 3280, enfrente del Registro Civil. La parte trasera da al río y cualquier persona “puede hacer lo que quiera”. Los objetos que se llevaron, aunque no tenían valor económico importante, para los jubilados son necesarios. “Nos han donado la gente, ciertos comercios”
Hasta el momento, la Policía no tiene pista alguna sobre los autores del hecho delictivo. “No me dijeron nada y seguramente ellos sabrán o no”, dijo Oneto, quien admitió que tampoco tiene algún indicio sobre los perpetradores. “Para entrar en un lugar así que no hay nada de valor, y hacer un destrozo así por una garrafa, creo que no se justifica”, expresó.
El local de los jubilados trabaja todos los días. “Tenemos pedicuría, enfermería, yoga, entregamos bolsones de comestibles que nos da Pami; prestamos un montón de servicios”, expresó Oneto.
En otras oportunidades, los ladrones intentaron llevarse elementos del centro. “Intentaron romper las ventanas y nos llevó a poner rejas. La puerta de atrás ya la habían roto toda porque habían entrado y salieron disparando; no se llevaron nada de nada. En el otro local les sacaron un mástil con una bandera”, relató Oneto.