El espacio de taller de revista Revuelo en el Altillo fue creado hace 7 años con objetivos terapéuticos y de integración social de pacientes internados y ambulatorios del servicio de salud mental del Hospital Felipe Heras.
ORIGEN DEL REVUELO
Sobre los motivos y el origen del taller de Revuelo en el Altillo: “el grupo del altillo nació cuando propusimos a los pacientes reunirnos con una sola consigna: hablar. Cada uno habló de lo que deseaba, de sus preocupaciones, del sentirse discriminados por familiares, vecinos, amigos, por ‘la gente’; sobre todo de sus gustos e intereses, y emergió con insistencia el placer por leer y escribir, expresarse.
De la lectura de estos emergentes surgió, como empresa colectiva, la revista. Su nombre, Revuelo en el Altillo (propuesto por Beatriz y votado por todo el grupo), designa retroactivamente su operación: hicimos un pequeño revuelo al proponer transformar el abandono, la incomunicación, la tristeza, el ocio y la desesperanza en proyecto, en ilusión grupal, en esperanza compartida”, escribió Sergio Brodsky en una nota en Página12.
LOS MANICOMIOS TRADICIONALES REFUERZAN LA ENFERMEDAD
“De acuerdo a la ley de Salud Mental (N° 26.657) los hospitales psiquiátricos tienen por ley a cerrarse, ya en 2020 no debe haber más. Porque una persona que hace una crisis psiquiátrica: entra y lo depositan, y queda durante años, ese ha sido el sistema manicomial tradicional, que se institucionaliza y se va deteriorando”, puntualizó el psicólogo Sergio Brodsky.
Y en esa dirección apuntó: “Entonces la imagen del paciente mental que la gente tiene es la imagen del paciente que se va deteriorando por estar aislado y segregado de la sociedad, sin estímulos sociales y afectivos. Y la psiquiatría tradicional a eso lo tomó como un derrotero natural de la enfermedad. El paciente que tenía determinada perturbaciones mentales necesariamente iba hacia un deterioro crónico de su enfermedad hasta terminar como una planta. Y después se agregaba toda la cuestión de la agresividad, violencia y la incapacidad, esa es la imagen clásica con los abordajes de los hospitales psiquiátricos que son fábricas de locura.
Los manicomios tradicionales refuerzan paradójicamente la enfermedad, una persona que sufre ya por su enfermedad ensimismamiento de retracción hacia sí mismo; y la perdida de los vínculos y encerrarlo y no darle no darle participación y actividad, y someterlo un ocio improductivo es reforzar la enfermedad”.
LAS COMUNIDADES TERAPÉUTICAS, LA ALTERNATIVA
“El psiquiatra Raúl Camino en el año ‘68, desarrolló la comunidad terapéutica en Federal. Fue una experiencia del Ministerio de Salud Mental de la Nación, de instalación de comunidades terapéuticas en distintos lugares del país, y Camino elige en Entre Ríos: Colonia de Federal”, relató Brodsky, quien conoció a Camino.
Y precisó: “Llevó en tren a pacientes del Hospital Borda y del Moyano, fue una experiencia fundacional, de tratamiento horizontal de la enfermedad mental, donde el paciente tiene un rol activo en su recuperación y una organización democrática.Camino era el único psiquiatra que había ahí en ese momento y medicaba muy poco, y tenía pacientes con perturbaciones severas, y tenía allí un promedio de alta del 66%.
Y trabajaba sobre todo con trabajo grupales de este tipo, yo tuve contacto con Camino e incluso estas experiencias tienen que ver con espíritu de lo que ha trabajado Camino, con trabajos grupales y la recuperación de la identidad y la dignidad del paciente y la cuestión de la circulación del afecto y la solidaridad, y una organización democrática de los grupos.Camino hacia en Federal asambleas comunitarias, que llegaron a tener con hasta 350 pacientes, donde se decidía desde la marcha normal de la institución y los conflictos interpersonales hasta las altas”.
A lo que reparó: “Después vino el golpe de Estado y lo rajaron a Camino, y tuvo todo una cuestión muy regresiva Federal, volvió a los modelos manicomiales tradicionales con sobre medicación, como hospital deposito”.
TALLERES DEL REVUELO: REVISTA Y RADIO
Los martes a las 9:30 en el Hospital Felipe Heras tiene lugar el taller de la revista de Revuelo en el Altillo: “Intentamos a través de estos espacios, modificar la percepción que la gente tiene de la enfermedad mental”, sostuvo el psicólogo, y sumó,“y nosotros en este espacio tratamos de recuperar la palabra y al paciente como sujeto humano que le ha pasado algo en su historia, y en este espacio tratamos de hacer algo del orden de la recuperación desde la historia de cada uno.
En el taller de la revista se realiza además la producción del programa de radio que hacemos con el mismo grupo que se emite por SIRUNER (Sistema integrado de radios de la UNER 97.3) que es una prolongación de la revista, en el que se busca a través de la comunicación ampliar las posibilidades de intercambio e inserción social. En el programa se leen y comentan los textos de los chicos del grupo han hecho y –en cada artículo de la ley de Salud Mental 26.657 letra muerta aún en los aspectos que podrían transformar la vida de los usuarios de salud mental, tal como son llamados”.
CONCLUSIÓN
“En estos espacios lo que tratamos de hacer es reforzar lo que son las capacidades de cada uno. No hacer pie en la enfermedad sino sobre todo en la salud, en lo que cada uno tiene de potencialidad; y la radio y la revista nos ayuda mucho, además de que es un grupo donde predomina la solidaridad y eso es importante porque eso cura”, destacó Sergio Brodsky.
