Justamente, la ordenanza Nº 30.321 sancionada por un Concejo donde había ediles como el actual intendente Gustavo Bordet y su vice, Alejandro Casañas, establecía la adhesión parcial a la ley. Pero se incluía al título V, capítulos I y II. La Ley Nacional de Tránsito establece en el título V, capítulo II, artículo 34º, que “todos los vehículos automotores, acoplados y semirremolques destinados a circular por la vía pública están sujetos a la revisión técnica periódica a fin de determinar el estado de funcionamiento de las piezas y sistemas que hacen a su seguridad activa y pasiva y a la emisión de contaminantes”.
En consecuencia, el ex concejal recordó que hace 14 años que el municipio adhirió a la ley mencionada en sus aspectos centrales como el que establece la revisión técnica vehicular. Sin embargo, Miranda en ese momento fue uno de los referentes del movimiento social que se opuso a la revisión en los talleres de reparación. El artículo 35º de la Ley Nacional habla sobre los Talleres de Reparación y establece que los mismos deberán controlar “la seguridad y emisión de contaminantes” y “serán habilitados por la autoridad local, que llevará un registro de ellos y sus características”.
“No protestábamos contra la revisión técnica vehicular sino con la forma en que se llevaba adelante y lo oneroso del costo de ese servicio”, indicó. Tenía un costo de u$s50 por automotor.
Volviendo a la ordenanza de 1998, Miranda sostuvo que recordaba que habían logrado que el Concejo les diese un año de plazo para colocar los cinturones de seguridad en los autos antiguos que no los tenían.
Por otro lado, el ex edil señaló: “lo que me preocupa es el concepto liviano y ligero con el que maneja el tema seguros”, indicó. Legarreta había expresado que por más antiguo que sea el automóvil, si tiene seguro puede circular. El ex edil dijo que la seguridad y los seguros son cuestiones diferentes. Y recalcó que lo que realmente importa desde la función pública, es la prevención. “A lo que atiende el control vehicular es a brindar seguridad en el tránsito, salvar vidas”, ejemplificó. En cambio, el seguro interviene una vez ocurrido el accidente. “Por más que el seguro le pague por la pérdida de un ser querido a un familiar un millón de pesos, no le soluciona el problema de la pérdida de ese ser”, indicó.
“El concepto de Legarreta es precario, carente de sentido común. Él lo que tiene que atender es a la seguridad y en eso está incluido el control vehícular”, explicó. No obstante, el funcionario municipal acotó también que los autos deben contar con medidas de seguridad como paragolpes, frenos y luces para transitar por las calles. Paradójicamente, la verificación técnica, que no es obligatoria en Concordia ni en la Provincia, es la mejor forma de controlar el estado de los autos más antiguos.