“El tema es que las reglas de juego son muy desiguales. Nos mandan a pelear al ring y nos atan las manos. Es una situación compleja”, indicó. En el caso del vecino país, Borgo explicó que los costos de producción como la mano de obra, energía, impositivos y el combustible son distintos. Y señaló que esto no afecta solamente al citrus sino a la mayoría de las economías regionales.
“Nosotros somos caros para producir, tenemos impuestos muy altos, energía muy cara ya sea eléctrica o de combustibles. Cuando tenés que hacer más de 400 o 500 km para llevar la carga ya sea a un puerto o a un centro de distribución, los costos se te van a las nubes”, mencionó.
“Veníamos de un mercado intervencionista que nos complicaba abrir negocios afuera y esta apertura sin ninguna restricción o por lo menos sin ver cuáles son las dificultades que acarrean no sirven. La solución de fondo es ser competitivos pero mientras tanto me parece que hay que ver. Hoy a Paraguay no podemos exportar porque hay una reglamentación del gobierno paraguayo que dice que hasta que ellos no terminen el citrus no podemos ingresar con citrus nuestro. Eso es lo que le reclamamos al ministro. Con reglas de juego clara estamos dispuestos a competir”, mencionó.
Para exportar, Borgo explicó que deben tener dos programas fitosanitarios en marcha, Uno de prevención del HLB y otro para la mosca de los frutos. “La peligrosidad del HLB que viene avanzando y tenemos que hacer lo posible para evitar que la enfermedad llegue a esta zona”, dijo. “El otro tema fitosanitario que a la hora de buscar mercados en el mundo es un plan para la mosca de los frutos y presentamos un proyecto para eso”, añadió.
“Es muy difícil invertir en un sector que hace tres o cuatro años viene perdiendo dinero”, acotó más adelante el presidente de la Fecier. En tal sentido, dijo que en el sector hubo una cierta bonanza en los primeros años del gobierno de Néstor Kirchner. “La gente invirtió para recuperar en sus quintas. Veníamos de la década del 90 donde las importaciones afectaron muchísimo”, señaló.
Asimismo, recalcó que no solamente le pasa a la citricultura sino que es la rentabilidad afecta a todas las economías regionales. “Si fuera el citrus solamente, uno podría decir que el sector tendría que poner las barbas en remojo. No digo que no habría que hacer un mea culpa porque hay muchas cosas para mejorar en el sector. Pero le pasa a la mayoría de las economías regionales. Esto es algo que viene desde hace años que se viene acarreando y son muchas las economías que vienen cerrando las puertas”,
“¿Cuánto hace que se viene hablando de que hay problemas en la lechería y se vienen cerrando tambos? ¿Cuánto hace que se vienen tirando peras y manzanas al costado de la ruta y siguen fundiéndose los productores?”, ejemplificó.
“Más allá de que es la primera vez que nos recibe el ministro, un poco por cuestiones que veníamos haciendo, la reunión la conseguimos a través de Alfredo De Angeli con quien habíamos estado hace 15 días en Buenos Aires a quien le habíamos presentado un proyecto”, mencionó Borgo.
Asimismo, dijo que en ese encuentro con el senador nacional dialogaron sobre cuestiones legislativas. Por ejemplo, el tratamiento de la “ley de jugos”. La referencia es para la ley que determina los porcentajes de jugo de fruta puro en las bebidas cola. Borgo recordó que desde que asumió viajaron una vez por semana y dejaron papeles en muchos despachos de secretarías, ministerios y legisladores nacionales.
En 1996 las bebidas debían tener un 10 % de jugo en el contenido como mínimo o debían pagar un canon impositivo. Ese canon se iba reduciendo progresivamente cuando el jugo superaba el 10 % hasta llegar a no pagar nada si tenía un 20 %. Pero el ministro de Economía de aquel entonces, Domingo Cavallo, redujo el impuesto al 5 %. Para beneficiar a las multinacionales, desde aquel entonces, la industria de jugos comenzó a decaer. Si se mantuvieron las empresas fue a expensas de los productores debido a que comenzaron a pagar el precio de costo. Además acotó que es una tendencia a nivel mundial incluir más jugo dado que los productos son “más sanos y naturales”.
Por último, dijo que Buryaile les pidió tiempo para elaborar una contraoferta respecto de los planteos. “Obtuvimos el compromiso de que en los próximos dúas nos harían una contrapropuesta. Nos dijeron fines de noviembre; principios de diciembre”, expresó Borgo.