La mayoría de las pancartas hacia referencia a las distintas fuerzas congregadas y los reclamos salariales. Una sola decía “si a la democracia”. Los cánticos también hacían hincapié en la demanda salarial y, en un momento determinado, fueron contrarios a las autoridades policiales de la provincia, quienes prohibieron la concurrencia de los efectivos en actividad.
Varios oradores expresaron en el megáfono sus dificultades económicas. Entre ellos, Juan Carlos Rojas, quien se retiró del Ejército hace tres años luego de 35 años de servicio. Pero el haber jubilatorio es de $ 3350 y sólo en el alquiler gasta $ 2000. Con los $ 1350 restantes no le alcanza para vivir. Por eso tiene dos trabajos: uno diurno y otro nocturno. “En una casa funeraria y en otro local de bailes nocturno”, explicó.
“Pensaba disfrutar después de retirarme pero con el sueldo que tengo ahora…imposible”, indicó. “Tengo 56 años ¿le parece que puedo salir a hacer trabajos? He tenido suerte de conseguir esos dos trabajos pero hay gente que no consigue trabajo a los 50”, señaló. Incluso, sostuvo que otros retirados deben trabajar como choferes. “Me han ofrecido para remisse pero hoy por hoy estoy trabajando de seguridad, parado, y bastante he estado parado en formaciones”, recordó.
Los efectivos que participan de la protesta están de franco o de licencia. Así lo aseguró una fuente del Escuadrón de Prefectura local, quien sostuvo que todo el personal sigue desempeñando sus tareas habituales. Respecto del fondo del reclamo, la fuente explicó que todo se inicia en la década del 90 cuando se establecieron códigos no remunerativos para actualizar los haberes. Esos adicionales no se computan para el retiro. A medida que iban transcurriendo los años, los años, la promesa de incorporarlos al sueldo básico de dilataba sin resolución alguna.
Esa situación de indefinición con los códigos explotó a principios de esta semana, cuando se sancionó el decreto 1307/12 que provocó descuentos de entre el 30 y 60 % al sueldo de bolsillo. Si bien el gobierno dio marcha atrás con el decreto y depositó las sumas que se habían recortado, prefectos y gendarmes entregaron un petitorio con una exigencia de un salario básico de $ 7000 en blanco.
En consecuencia, y a la espera de la respuesta del gobierno, los reclamantes, luego de cantar el himno, aseguraron que volverán mañana, a las 20, a la plaza 25.