“Hay que despejar todas las dudas”, explicó uno de los investigadores, consultado por Página/12. “Hay que determinar con pruebas fehacientes la capacidad de deslizamiento de la frazada, usada como cuerda, sometiéndola a un peso similar al de Lencina”, dijo el vocero. La defensora Mirta Acuña precisó que entre las ropas de Lencina se encontraron dos cartas, supuestamente escritas por su esposa, que estarían sugiriendo la existencia de un pacto suicida entre los cónyuges.
“La mujer le dice que su sufrimiento tiene que acabar y que ella lo va a acompañar en su decisión”, declaró a la prensa la defensora de oficio. Para evitar especulaciones, el gobierno de Jorge Busti, que sigue un caso que se ha convertido en prioridad por su repercusión social y política, dispuso que la policía de Entre Ríos se aparte de la investigación. El juez González es asistido por la delegación local de la Policía Federal y por la Gendarmería Nacional. Lencina, a quien llamaban “El Paraguayo”, fue encontrado por los guardias cerca de las 7 de la mañana, durante una recorrida de rutina. El periódico remarca que “es extraño que, tratándose de un detenido clave, no se le haya asignado una custodia personal. El guardia más cercano estaba a 15 metros, sin posibilidad de ver los movimientos del preso”.
Por último remarcan que este caso “se suma a una larga lista de casos similares” y puntualizan la muerte de “Martín Saldaña, uno de los protagonistas de la “Masacre de Villa Ramallo,” ocurrida el 17 de septiembre de 1999. Saldaña, de 22 años, quien había sobrevivido al hecho, fue alojado en la seccional segunda de Villa Ramallo y a horas del arresto fue encontrado ahorcado con una trenza arrancada del colchón. Otro caso de gran repercusión fue el de Hugo Acebedo, detenido por un cuádruple homicidio en Quilmes, quien el 22 de agosto de 1998 fue encontrado ahorcado en su celda de la Delegación de Investigaciones de Quilmes”.