sábado 18 de octubre de 2025

-

Director: Claudio Gastaldi

RegistrarmeNewsletter
Filter by Categorías
Ambiente
América Latina
Colonia Ayuí
Concordia
Coronavirus
Covid-19
Derechos Humanos
Diamante
Dictadura
Dos Orillas
Economía
Educaciòn
El país
Federal
Información general
Informes Especiales
Iosper vs Femer
Judiciales
Juicio Político
Legisaltura
Legislativas
Ley de Etiquetado
Los Charrúas
Mundo
Municipios
Colonia Ayuí
Diamante
Estancia Grande
La Criolla
Los Charrúas
Puerto Yeruá
Nacionales
Opinión
Opinion
Opinion Guilermo Luciano
Opinión: Claudio Gastaldi
Opinión: Guillermo Luciano
Policiales
Política
Provincial
Puerto Yeruá
Salud
Sin categoría
Sociedad
Violencia Laboral

Responsabilidad de los medios ante la violencia

Aunque los hechos de los últimos días tienen causas diversas y de gran complejidad, todo emisor sabe que la acumulación y repetición sin descanso de un puñado simplificado de consignas alimenta la intranquilidad y el temor de la población, y promueve la intolerancia y la propensión a violar la ley. 

Estos hechos están precedidos por la afirmación totalmente falsa, hecha por políticos de la oposición derechista y sus medios aliados, sobre que el país se encaminaba a una reforma del Código Penal que iba a eliminar o disminuir penas por actos delictivos y que iba a desembocar en una liberación generalizada de personas encarceladas. 

También por la muletilla sobre un aumento permanente y sin control de los actos delictivos, rara vez asentada en estadísticas serias, y por la afirmación, jamás sostenida en datos confiables, de que la única solución ante esta problemática son las políticas de “mano dura”, que ya fracasaron rotundamente en nuestro país y en muchos otros. 

Estos enunciados incluyen además la tipificación automática de un sector social como responsable de los actos delictivos, que son casi inevitablemente jóvenes pobres, de determinadas características físicas y hasta con un cierto tipo de vestimenta. 

En ese contexto, las afirmaciones reiteradas hasta el hartazgo sobre que los ataques a presuntos delincuentes hasta causar la muerte se deben a la “ausencia del estado” son de una ligereza demostrativa de gran intencionalidad política o profundísima ignorancia. Llamar “ajusticiamiento” o “justicia por mano propia” a lo que es un acto delictivo y “linchamiento” a un asesinato evidencia una manipulación del lenguaje y del discurso dirigida a disculpar a un sector de la sociedad que también delinque y de paso enarbolar las fórmulas de los sectores políticos más retrógrados. 

Cuando se dice que el ataque de un grupo de personas a alguien que fue acusado o puesto bajo sospecha es inapropiada solo por el riesgo de herir o asesinar a un inocente se comete otra atrocidad, porque tiende a encubrir la acción delictiva que representa que un grupo de civiles, con el argumento que sea, ataque a otro civil, asumiendo un papel que ninguna ley prevé ni justifica.

Todos los actos de comunicación tienen efectos sobre el cuerpo social que los recibe. Los trabajadores y los medios que los emiten deben asumir de una vez la responsabilidad por lo que informan y por cómo lo informan, mucho más cuando se pone en juego el derecho a la vida y a la justicia, que siempre dicen defender.  

Entradas relacionadas

Deja el primer comentario