Tras hace referencia al punto salarial, Alejandra Gervasoni criticó que “no se convocaría a concurso, sino que serían convocados seguramente aquellos amigos del poder de turno”.
Según la información, quienes trabajen en este nuevo régimen no necesariamente deben ser docentes, lo cual para Agmer constituye “una gran irregularidad”.
“Trabajadores precarios, mano de obra barata (pagarán menos de un salario mínimo vital y móvil de 1500 pesos), trabajadores objeto y sujeto de la clientela política, ya que para poder acceder a un trabajo de estas características no pasarán por un concurso que garantizaría transparencia, sino por maniobras políticas para favorecer a conocidos y amigos con los cuales se tienen compromisos”, criticaron. La dirigente gremial anticipó que el sindicato pondrá el tema “en el tapete” cuando el Gobierno los convoque al diálogo.
Sostuvo que “hay que estar atentos” y advirtió que “hay una tendencia de aterrizar en las políticas de la década de los ’90, caracterizada por la precariedad laboral.
“Pareciera ser que muchos de los políticos de turno que dicen gobernar esta provincia recibieron cursos acelerados de la época del menemato, pareciera ser que algunos son asesorados o guardan prácticas de la vida política de aquella época”, señaló.
En un comunicado titulado “¿Desde dónde se posiciona el Gobierno cuando piensa estas políticas?”, desde el gremio afirmaron que “pareciera ser que las problemáticas sociales en materia educativa provienen de un sector, se responsabiliza de ‘la crisis’ a sólo un sector.
No se realiza un análisis minucioso de las implicancias sociales que trajeron aparejadas las políticas de ajuste continuas de los gobiernos de turno, de Busti, Montiel y Urribarri, acompañadas por supuesto por los gobiernos nacionales de Menem, la Alianza, Néstor y Cristina K”.