“A la mañana -según le relató una de las delegadas, Elais Viegas, a este diario- habían tenido una audiencia extraoficial con el juez, representantes patronales, el sindicato y delegados: “nos exigían una muestra de buena voluntad, es decir, corrernos del portón, donde se encuentra el acampe que montamos para pedir la reincorporación. Pedían esto aunque hay otro portón liberado que está funcionando normalmente. Nosotros sabíamos que si nos corríamos del portón perdíamos todo”. El martes pasado, cuando se dicto la conciliación obligatorio los trabajadores desarmaron el acampe que llevaba diez días y volvieron a sus casas esperando ser llamados al día siguiente para reincorporarse a sus funciones. “Pero eso no pasó –cuenta Viegas-, la empresa no cumplió con la conciliación obligatoria y nosotros volvimos al acampe. Pronto llegaron unos 150 uniformados”.
Finalmente ayer a las 20 les llegó la orden de desalojo y varios legisladores y referentes políticos y sociales se acercaron al acampe en solidaridad. Entre ellos estuvieron: los legisladores Luis Zamora (AyL), Nicolás del Caño (FIT), Guillermo Kane (PO-FIT), Vilma Ripoll (MST) y Patricio del Corro (PTS-FIT). También, Claudio Yacoy -Secretario de Derechos Humanos de Avellaneda- y dirigentes de la CTA de Avellaneda. “Pero estas presencias mucho no les importaron porque a la medianoche empezaron a tirarnos gases a dos manos. Muchos de mis compañeros están con la cara muy mala. Hubo también balas de goma, palazos y un trabajador terminó en la guardia fisurado.
Hoy al mediodía habrá una reunión de solidaridad, es decir, que vuelven a la planta para definir medidas.
