Remodelación del Mercado de Pulgas: con la decisión tomada, resta definir un proyecto

“Lo que se va a encarar es una obra de mejora de la infraestructura edilicia”, dijo Benedetto. “Lo que se tiene pensado es un área cubierta con servicios mínimos donde se puedan ubicar los puestos de cada uno de las personas que tienen venta ahí”, agregó. Incluye la construcción de sanitarios nuevos y la mejora de la seguridad del sector “teniendo en cuenta los riesgos que se corren”.
Además señaló que en un principio sería de un sólo piso pero no descartan que se pueda elevar más. “El terreno da como para hacer alguna otra cosa. Todo eso va a depender de los fondos con que se cuenten”, explicó. Tampoco se sabe aún que tipo de material se empleará. “Puede ser una estructura metálica con partes de hormigón. Eso se está evaluando”, dijo.
Benedetto sostuvo que en Posadas, Misiones, hay un mercado desde hace muchos años cuya estructura es similar a lo que se pretende desarrollar en Concordia. “Hay un área cubierta que tiene una planta baja y un entrepiso con los accesos no sólo del público sino también automotor y toda la parte de sanitarios”, explicó el titular de Obras Públicas. Obviamente se descarta el ingreso de automóviles por falta de espacio.
Así como el proyecto aún no está definido, tampoco el tiempo en que se ejecutará la misma ni si deben desocupar parcial o totalmente el predio mientras se ejecute la obra. “Tenemos que definir algunos puntos que todavía no están definidos. Depende de la infraestructura que queramos hacer: puede ser seis meses, un año”, dijo el titular de Obras Públicas.
Para definir el costo de la obra, el secretario de Obras Públicas señaló que se deberá tener en cuenta el presupuesto municipal dado que el terreno pertenece al patrimonio del municipio. “Y si pensamos en algo más se podría gestionar algún presupuesto a Provincia o a Nación”, señaló.
La posibilidad de que los titulares de los puestos también hagan un aporte para la mejora del sector, teniendo en cuenta que son los beneficiados directos, no está contemplada. En todo caso, Canaglia indicó que será una cuestión que analizarán en reuniones que se realicen de aquí en adelante “El Estado va a generar el marco las condiciones para que puedan trabajar en condiciones cómodas tanto para el cliente, el vecino, como para ellos”, dijo, respondiendo de manera tangencial el interrogante.
Por su parte, Canaglia señaló que Inspección General ha hecho un relevamiento de los 80 puestos existentes. En esa repartición existe el listado de los titulares con el detalle de la actividad que desarrollan. “Salvo dos o tres que por ahí los rubros no coinciden con lo que están desarrollando pero en general está todo chequeado y evaluado”, indicó.
El registro “no está del todo completo” admitió el funcionario. Y admitió, respecto a la tasa de Higiene que deben abonar como cualquier otro comerciante, que “hay algunos que pagan y otros que están atrasados”. “Charlando con ellos están dispuestos a cumplir los trámites ante AFIP y la Provincia en los distintos tributos que corresponda pagar”, agregó.
Un detalle que recalcó es que no podrán ejercer ninguna actividad de venta fuera de los locales asignados y se deberá respetar los espacios de pasillos y de salidas de emergencia. Aún resta definirse los m² que ocupará cada puesto. “Hay que hacer un trabajo que no perjudique a los vecinos como a los clientes. Ese es el objetivo que tenemos previsto”, señaló Canaglia.
Las reuniones para ordenar la esquina se vienen realizando de manera periódica con los vendedores. “Hay que ir limando muchas cosas puntuales pero la decisión política está tomada y es cuestión de un mediano o corto plazo para avanzar y dar una solución”, manifestó Canaglia. “Siempre que el intendente se ha propuesto algo, ha logrado cumplirlo”, agregó Benedetto.

Un riesgo latente

El ex concejal Marcos Wdowiak, quien en la gestión anterior intentó aunque sin éxito ordenar la situación del Mercado, dijo que felicitaba al intendente por la decisión. “Es primordial, imprescindible. Eso sigue estando en un estado calamitoso, poniendo en riesgo la seguridad pública, con lo cual me parece una decisión extraordinaria”, manifestó. “Más allá de quien afronte los costos, esto deberá evaluarlo el Ejecutivo, lo que es fundamental es que se haga algo”, recalcó.
Si bien señaló que es partidario de trasladar el Mercado a “un lugar más amplio” pero, “cuanto menos hacer una obra de infraestructura segura y cómoda que garantice a todas las personas que trabajan en ese lugar que no corran ningún tipo de riesgo”. Tal como se encuentra el predio, con los puestos atiborrados de ropa en medio de pasillos angostos, es un riesgo latente. “No sólo de las personas que están trabajando allí sino del público en general”, señaló
“De hecho hubieron dos siniestros menores que no llegaron a mayores pero podrían haber causado un desastre. Son puestos hacinados, completamente repletos de mercadería altamente inflamable. Debemos agradecer que hasta ahora no haya sucedido nada”, acotó.
El ex edil consideró que no es un tema menor el llegar a un acuerdo respecto del modo en que se desalojará el predio mientras dure la obra. Justamente fue una de las trabas que impidió poder avanzar en ese momento. “Es el costo que deberán pagar los puesteros si es que quieren realmente trabajar en condiciones adecuadas en ese predio”, señaló.

“Correspondería hacer un aporte”

El concejal electo por la UCR, Arel Gorostegui, hace poco tiempo emplazó al municipio, bajo apercibimiento de efectuar una denuncia en la Justicia Penal, a que actúe frente a la invasión del espacio público en la esquina del Mercado de Pulgas. Al conocer la noticia acerca de la intención de remodelar el predio, dijo que recibió la novedad “con buen agrado”. “Me parece muy buena la iniciativa, que se ponga manos a la obra para darle una solución a esa gente que le permita realizar una actividad que permita sostener a su familia con seguridad para ellos mismos y el resto de los vecinos”, señaló.
En tal sentido, recordó que había presentado la nota por la invasión de la calle de los puestos que dificulta el paso de los peatones y el tránsito vehicular. Pero no soslayó la situación en el interior del Mercado. “Es muy caótica, es laberíntica la imposición de los puestos y eso también atenta contra la seguridad de las personas que explotan los puestos y de los compradores. Si hubiese un siniestro, que hasta ahora no ha pasado, tendría complicaciones”, manifestó.
Más adelante, Gorostegui dijo que una vez terminada la obra, sería justo que quienes ocupen los puestos “paguen alguna especie de tributo o tasa por ese beneficio”. “Le van a dar un local mejorado, con buenas instalaciones, con servicio de luz. Correspondería hacer un aporte”, argumentó. Más adelante, sostuvo: “creo que tienen capacidad contributiva mínima como para unas especie de canon locativo, de modo de reintegrar la inversión que tienda al mantenimiento de ese edificio a construirse. Sino estaríamos desfinanciando al Estado o manteniendo algo que se puede mantener con el aporte de quien ejerce la actividad”.

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