El documento analiza el “reprofiling” (reperfilamiento) de la deuda soberana comunicado este miércoles por el Gobierno y sostiene que las medidas anunciadas tienen como efecto una reducción de los vencimientos de capital del orden de los 12.000 millones de dólares en 2019. Esto es consecuencia del alargamiento de plazos en las letras en manos de los inversores que son catalogados como “personas jurídicas”.
Este cálculo parte del supuesto que este tipo de inversores tienen el 85 % del capital en circulación de dichos instrumentos, lo cual podría ser hasta un poco más con lo cual el ahorro en 2019 sería superior.
Al respecto, apunta que “en términos de vencimientos el Gobierno se estaría allanando el camino para llegar a terminar su mandato con un poco más de holgura”, pero inmediatamente advierte que “los 12.000 millones de dólares que se dejan de pagar en 2019 pasarían al programa financiero de 2020, el cual ya cuenta de antemano con una carga de vencimientos de capital de bonos en pesos y en dólares por cerca de 18.000 millones de dólares”. De estos vencimientos de capital de bonos el Gobierno estima que alrededor de 13.000 millones están en manos del sector privado.
El Tesoro acaba de decir que no puede pagar su deuda de corto plazo, afirma el trabajo y se interroga si “¿no sería razonable que esa señal generara un rescate de fondos de inversión y una salida de depósitos?”
Y continúa analizando que “en un marco donde el Banco Central cuenta con 58.000 millones de dólares de reservas brutas y 17.000 millones de reservas netas, con vencimientos de deuda de corto por delante de 10.000 millones de dólares ¿tiene sentido posponer los pagos de la deuda en un contexto donde la autoridad monetaria vendió 2.000 millones de dólares en los últimos 13 días en el mercado de cambios? El informe sigue con más preguntas y se interroga “¿cuál será la reacción de la política monetaria? ¿Venderá reservas contra rescates de fondos para frenar el tipo de cambio? ¿Tiene sentido tal estrategia?”
En este contexto es que se concluye, como en anteriores informes, que lo importante para asegurar la estabilidad cambiaria y financiera es que el Gobierno “cuide las reservas” y en tal sentido es que propone que el Banco Central “debe implementar un control de capitales”.