RECORDATORIO : La Masacre de Margarita Belén. Fusilaron a 3 entrerrianos, un concordiense

Por Juan Cruz Varela
Cientos de vehículos entre colectivos, camiones y autos particulares partieron cuando promediaba la tarde rumbo al lugar de la masacre, hasta el kilómetro 1.042 en la ruta 11. Eran momentos de tensión y silencio, pero que preanunciaban la presencia de una verdadera multitud a la vera del camino, dice el periodista Varela en una nota publicada en el sitio ANALISIS.
Grande fue la sorpresa y profunda la emoción al ver restaurado al monumento Mártires de Margarita Belén, de Luis Díaz Córdoba, el mismo que en el año 2000 fuera víctima de la otra masacre por parte de un grupo de gendarmes que volvían de reivindicar en Formosa a los muertos en el copamiento al Regimiento 29 en 1975 por parte de Montoneros y que sirvió como excusa para justificar la Masacre de Margarita Belén, un año después. Ya no estaban más los restos de las estatuas que representan a los 22 militantes asesinados, como muestra también de la barbarie. Atrás habían quedado largas discusiones sobre si debía ser restaurado o quedar con las marcas de la intolerancia que resumían la vigencia de la ideología del terrorismo de Estado.
Por eso, la recuperación incluyó también a la placa en la que se brinda “memoria y gratitud a su sacrificio por la libertad de la patria. Brille para ellos la luz que no tiene ocaso”. Y por eso también la nómina de los fusilados sigue ampliándose, ya que nunca pudo determinarse fehacientemente el número de víctimas. Se sabe que Luis Ángel Barco, Ema Beatriz Cabral, Raúl Caire, Mario Cuevas, Luis Díaz, Carlos Alberto Duarte, Luis Arturo Franzen, Delicia González, Manuel Parodi Ocampo, Julio Andrés Pereyra, Fernando Piérola, Néstor Carlos Sala, Carlos Tereszecuk, Patricio Blas Tierno, Roberto Horacio Yedro, Carlos Alberto Zamudio y Reinaldo Amalio Zapata Soñez fueron sacados de distintos centros clandestinos de detención y formaron parte del convoy de la muerte. Pero también hay cinco asesinados sin identificar y se supone que allí también fueron asesinados Alices Bosch, Eduardo Fernández, Raúl Antonio Méndez, Dora Noriega y Tomas Rojas. Todos militantes oriundos de las provincias del noreste argentino, jurisdicción del Segundo Cuerpo de Ejército durante la dictadura.
El acto central tuvo un mensaje marcado por un profundo reclamo de justicia por los crímenes de la dictadura, pero a la vez un planteo social para comenzar “a transitar el camino de la defensa de los derechos humanos, ya no solo por los crímenes cometidos por la dictadura militar, sino aquellos derechos que se fueron perdiendo en esta provincia, como son el derecho a la educación, a un trabajo digno, a la salud, a la alimentación; por eso, debemos trabajar seriamente para combatir la corrupción que es la responsable de la miseria que se vive hoy. Y así como escrachamos a quienes torturaron, vejaron, violaron y mataron a nuestros compañeros, debemos también escrachar a quienes se enriquecieron a costa de nuestro pueblo”, fue el mensaje que dejó Juan Carlos Amarillo en nombre de los familiares de víctimas del terrorismo de Estado.
En el mismo sentido se expresó la agrupación Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS): “A 30 años, reafirmamos hoy que todos somos hijos de la misma historia, todos somos hijos de este país arrasado por el miedo, el silencio, el prejuicio, el olvido, la mentira y la cobardía de los poderosos, pero también somos hijos del otros país, de los que recuerdan, de los que no se callan ante las injusticias, de los que ven en el otro a su hermano, el país de los humildes, de la solidaridad, el país de los valientes, el país de la verdad, el verdadero país. Hace 30 años intentaban matar a ese país matando a los hombres y mujeres que lo hacían con sus vidas”, exclamaron.
“Hoy la balas siguen siendo inútiles, hoy esos compañeros siguen viviendo en las ideas, en las voces y en las manos; en el caminar y en la alegría de los que siguen haciendo este país. A 30 años, los cobardes, torturadores, violadores, ladrones y asesinos de ayer, siguen intentando esconderse junto a los traidores y represores de hoy”, continuaron.
Y acotaron: “Siguen intentando inútilmente matar las ideas que los desenmascaran. Son los diputados, ministros, gobernadores y dirigentes de los partidos que reproducen el orden político que permite la exclusión y el hambre. Son los jueces y fiscales que se apropian de la justicia para impedirla los que siguen intentando reproducir la impunidad. Todos ellos siguen siendo sucios obsecuentes del egoísmo, el autoritarismo, la violencia y la ceguera hegemónica de los poderosos que se apropian de las riquezas que producen los trabajadores. Este pueblo sigue gritando que ya nunca más podrán encubrirse con la mentira, que no podrán burlarse de la mentira, que ya nunca más podrán burlarse de la vida, que son y serán la vergüenza de este país”.
Pero la nueva generación, también hizo un pedido a los militantes y presos políticos de la década de 1970: “Le vamos a pedir a toda la generación de nuestros padres algo: que nos escuchen. Nosotros como organización política aprendimos muchas cosas desde que decidimos preguntarles, escucharlos, buscar y querer saber la verdad y querer actuar en consecuencia. Aprendimos que no somos centralistas ni verticalistas, que todos podemos poner el cuerpo y actuar a la vez, podemos barrer, colgar cartelitos y armar listas de desaparecidos, y lo hacemos porque estamos seguros que cada tarea aporta a la política que como organización decidimos llevar adelante. También aprendimos que hay que ser orgánicos, que los compromisos entre compañeros se cumplen y que lo demás se llama traición. Aprendimos lo que nos contaron muchos de ustedes sobre que la obediencia en acción política sin análisis es un disparate. Y queremos pedirles que nos vuelvan a mirar y que recuerden”, fue el planteo que hicieron los más jóvenes.
La lectura del documento estuvo empañada por la presencia y el accionar de un grupo de dirigentes que irrumpió en el lugar donde está emplazado el monumento con una enorme bandera con el rostro de Evita y la estrella montonera, que firmaban como “Juventud Peronista 26 de Julio”. Jóvenes menemistas reciclados y devenidos kirchneristas atacaron a dirigentes históricos e intentaron apropiarse del acto bajo la bandera de Perón, en una actitud patética y vergonzosa, olvidando la historia y la militancia de aquellos que durante años sostuvieron la lucha y mantuvieron vivo en la memoria el recuerdo de los asesinados y desaparecidos por la dictadura.
El acto terminó poco después de las 20.30, en el antiguo monumento, una enorme cruz que construyeron en 1983 los propios familiares de las víctimas y donde se descubrió una placa que rinde homenaje “a quienes pusieron el cuero y el cuerpo para construir este monumento en un lugar muy caro a nuestros sentimientos”, según explicó el dirigente de la agrupación HIJOS, Mario Bosch.

Antes, el escrache
Un rato antes, bajo un sol que partía la tierra, a pesar de algunos nubarrones que cada tanto lo ocultaban, organizaciones políticas y sociales caminaron las ocho cuadras que separaban la Plaza 25 de Mayo de Resistencia de la sede en la que funciona la agencia de seguridad privada SMG, atribuida a Gabino Manager, ex suboficial de la Policía chaqueña procesado por crímenes cometidos durante la dictadura militar.
Nacido en la localidad formoseña de Pirané, Gabino Manader está procesado por violaciones a los derechos humanos en Chaco aunque el conjuez Ricardo San Martín le concedió la excarcelación. Por eso es común verlo por las calles de Resistencia en una camioneta Ranger color blanca con antenas para radio. Manader era parte del grupo de tareas que durante la dictadura lideró el comisario Carlos Alcides Thomas, pero varios testimonios lo ubican en sesiones de tortura en la Brigada de Investigaciones contra quienes luego fueron fusilados en la Masacre de Margarita Belén y en el asado posterior que se ofrecieron los represores a pocos metros de los cadáveres en el mismo lugar del hecho, delante de una zona de montes conocida como “El Impenetrable”.
Actualmente, es propietario de la agencia SMG, que figura como Seguridad Martín Goretta, aunque también podría significar “Seguridad Manager Gabino”. La agencia está a nombre de Viviana Goretta, aunque documentos y cuentas bancarias confirman que el verdadero titular de la firma que brinda servicios a varias dependencias del Estado chaqueño es el represor y está habilitada por la Secretaría de Seguridad y Protección de la Comunidad de la provincia.
“Que el panadero no le venda, que el kiosquero se niegue a tenderlos, que el colectivero le cierre la puerta, que los vecinos lo llamen por su verdadero nombre: asesino”, fue el reclamo de la agrupación HIJOS que redecoró el frente la casa de calle La Rioja 226 con huevos, bombuchas y baldes de pintura roja, amarilla y gris.
“Han pasado 30 años y la Justicia todavía es lenta. Estas personas tienen más privilegios que cualquiera de nosotros”, exclamaron antes de retirarse dejando en las rejas de la vivienda pancartas con fotos de Julio López; una cartel indicador en el que se leía: “Aquí, empresa de un asesino. Manager Gabino, asesino”; y pintadas con la consigna “nunca más no te metas”.

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