Los especialistas de la entidad rosarina indicaron además que los registros más altos en el área triguera se reportaron en la zona de Villa Cañás, con picos de 8.000 kilos por hectárea en algunos lotes de esta localidad de Santa Fe.
Asimismo, el piso de producción estimado por la Bolsa de Cereales porteña rondaría los 13,5 millones de toneladas de trigo, motivada por el buen clima imperante en la zona, el incremento del área de cobertura y al buen nivel que ofrecen los rindes.
Así, la entidad porteña aumentó en 500 mil toneladas el volumen de cosecha de este grano respecto al último informe difundido por la bolsa, esto gracias a los rindes que exhiben campos del sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires, este de Córdoba y sudoeste de Entre Ríos.
Por otra parte, según el GEA de la Bolsa rosarina, la nota «negativa» esta dada por el maíz, que «muestra signos de estrés» en plena etapa crítica de crecimiento y requiere agua en forma urgente.
Durante los últimos días, las precipitaciones fueron muy dispares en toda la región y esto impacto de manera diferenciada a cada producción y a cada área agrícola.
Puntualmente en departamentos ubicados al sureste cordobeses y suroeste santafesinos, sumados a algunos municipios norteños de la provincia de Buenos Aires, las lluvias registradas fueron casi escasas e incluso nulas para las producciones.
También los elevados registros de temperatura, sumados a la intensa radiación solar que se constató a lo largo de toda la última semana, dieron como resultado una importante evapotranspiración sobre las plantas.
Según los especialista que elaboraron el GEA, sólo el centro este de la provincia de Córdoba mantiene reservas hídricas regulares, mientras que en el resto del área, la humedad es escasa, e también se observan síntomas de sequía.
Por ello, esta situación es desfavorable para el cultivo de maíz, que en muchas áreas ha iniciado la floración o está próximo a florecer, en plena etapa de definición de rindes, con bajo porte y altura irregular, y los rindes potenciales ya están resentidos.
Aún en las áreas más favorecidas se necesitan nuevas lluvias de cara a los próximos quince días, para mantener buenas expectativas de rendimiento.
Hasta el momento, para el caso del trigo, son muy pocos los lotes sin cosechar, con un avance cercano al 90 por ciento y rindes que promedian los 48 quintales por hectárea, pese a que algunas cosechadoras han logrado registrar hasta 100 quintales por hectárea en algunos lotes favorecidos por la humedad necesaria.
Para la soja, las condiciones son variables de acuerdo a la situación hídrica de cada región pero, en general, las reservas de agua con las que cuenta el cultivo están ajustadas, y preocupa la continuidad de las lluvias.
Los especialistas indicaron que los lotes se encuentran desde la etapa de emergencia, en el caso de los cultivos cuya siembra se retrasó por falta de humedad, a floración en los primeros lotes sembrados.
