• Tomar mucha agua durante todo el día.
• Evitar las comidas abundantes. Consumir alimentos frescos, como frutas y verduras.
• Evitar las bebidas alcohólicas, muy dulces y las infusiones calientes.
• Usar ropa suelta, de materiales delgados y de colores claros.
• No realizar ejercicios físicos en ambientes calurosos. Tomar líquido antes de comenzar cualquier actividad al aire libre.
• Protegerse del sol poniéndose un sombrero o usando una sombrilla.
• Usar cremas de protección solar (SPF en inglés), factor 15 o más.
• Evitar actos públicos o juegos en espacios cerrados sin ventilación.
A los lactantes y niños pequeños:
• Darle el pecho a los lactantes con más frecuencia.
• Hacerlo beber agua fresca y segura.
• Trasladarlo a lugares frescos y ventilados.
• Ducharlo o mojarle todo el cuerpo con agua fresca.
Para el resto de la población: si una persona siente mareos o se desvanece, hay que acostarla en un lugar fresco, bajo techo. Se le puede ofrecer una bebida rehidratante, pero nunca infusiones calientes ni muy dulces. Colocar agua fría en las muñecas proporciona alivio.