González aseguró que cerca de 40 personas, vecinos de Villa Zorraquín, lo acompañaron en su protesta ante las cámaras de dos canales de TV local. “Mucha gente no pudo venir porque trabaja”, indicó.
En la puerta del camposanto se estacionó un móvil policial esta tarde. “Mandaron la Policía, con eso te digo todo. Mandaron un patrullero pensando que íbamos a hacer… pero acá hay gente de trabajo, respetuosa. No va a haber problema porque yo tampoco quería que pase nada; el cementerio es un lugar de respeto”, acotó.
Los compañeros de González lo llamaron para solidarizarse. “Algunos lloraban porque no podrían creer que me habían echado por el problema que tengo pero, bueno, ya estoy echado”, dijo González.
No obstante, no se da por vencido. González manifestó estar dispuesto a encadenarse a la puerta de la necrópolis. “Me moriré ahí, entre tantos muertos, uno más ahí adentro pero voy a pelear por mi familia. Por mi familia me hago matar o que me maten pero voy al frente. Tengo la cabeza media cansada”, indicó.
“O caigo preso o algo va a pasar. Saben que se está muriendo mi señora y me echan en el momento que más preciso. Tengo los viajes a Buenos Aires, a Paraná. En alto riesgo la tengo a mi mujer”, acotó en otro párrafo.
“Yo quiero volver a trabajar. Necesito eso porque soy el único sostén de la casa. En la familia de mi señora se murieron cuatro hermanos porque es hereditario la poliposis intestional, es cáncer de colon”, indicó.
González le agradeció al “bolichero” donde puede sacar fiado. “A veces las cuentas me las cobran a los dos o tres meses. ¿Cómo no les voy a exigir que me paguen los sábados y los domingos si me hacen trabajar? Aparte que me corresponde. No me ‘judea’ más nadie hoy, estoy decidido a cualquier cosa. Si les falta los remedios a mi mujer, los voy a salir a buscar. No sé que se que voy a hacer pero que se cuiden, que alguno la va a pagar”, indicó.
