Vale la pena recordar que las denuncias existentes contra el militar no sólo están publicadas en el libro de Daniel Rey Piuna -quien era integrante de Inteligencia Naval- sino que el mismo Piuna también realizó las citadas denuncias ante organizaciones internacionales de DDHH y ante la Comisión para la Paz.
Allí Rey Píuma estableció la participación de Serrón, como un experto en interrogatorios, en graves violaciones de los DDHH, en lo que tiene que ver con torturas.
No obstante, el gobierno uruguayo ratifica el nombramiento y desestima las sospechas sobre Serrón, que se sumó a la CARU como representante de la Armada. Ayer, en Montevideo, representantes de la oposición comentaron una frase atribuida al canciller uruguayo, Reinaldo Gargano: «Es una decisión tomada y no hay marcha atrás», habría dicho el ministro al ser consultado sobre la designación de Serrón.
